Como recordarán los más mayores, la ONG World Wildlife Fund (WWF) tuvo en su día como vicepresidente al conocidísimo Félix Rodríguez de la Fuente. Esta organización se hizo famosa por sus campañas a favor de la biodiversidad y la protección de especies en peligro. Su emblema, con la imagen de un oso panda, es muy conocida y a la vez muy representativa de su actividad.
Los nuevos tiempos llevan a nuevos objetivos. La degradación ambiental achacable al desarrollo ha llegado a un extremo tal que ahora las especies animales en mayor peligro son, por orden de importancia: la raza humana, el hombre, el Homo sapiens…. es decir, todos nosotros. Y en mucho mayor grado, nuestros hijos.
WWF se ha planteado como objetivo primordial detener la degradación ambiental y construir un futuro en el que el hombre viva en armonía con la naturaleza. A algunos este objetivo les puede parecer encantador e ingenuamente idealista, pero es gracias a la actividad de organizaciones como WWF que los gobiernos de la Comunidad Europea han llegado a ser conscientes de la magnitud del desastre que se avecina. Con esto en mente, se han lanzado Directivas enfocadas a reducir el consumo energético.
En este contexto, la directiva europea que impone la certificación energética de todos los edificios, tanto nuevos como existentes, es solo el primer paso: hacia 2020 vendrán los edificios de consumo cero. Estamos iniciando el camino, que en realidad nunca acabará, pero esa es otra historia.
De vuelta al tema, WWF propone un proyecto de rehabilitación energética del parque existente de viviendas. Es el mismo proyecto de ahorro energético que ya han desarrollado con éxito el Reino Unido y Alemania, entre otros. Con él se conseguiría reducir las importaciones de energía y, además, crear de forma estable 165.000 puestos de trabajo.
Tal y como está el paro en el sector de la construcción, nos encontramos ante una oportunidad que muchos califican de histórica: el tan manido cambio del modelo económico. Frase difusa como pocas, que curiosamente aparece fulgurante antes de las elecciones y se desvanece en una turbia neblina justo después.
Este nuevo modelo que WWF propone consiste en no impedir ni fomentar las nuevas construcciones, dejando que el mercado actúe, y en estimular desde las administraciones la rehabilitación de viviendas, que obligatoriamente deberá incluir la parte energética.
Llevar esto a cabo necesitaría subvenciones y préstamos a bajo costo. Sería la inversión más provechosa, con el mayor retorno social: la importación de energía disminuiría, se favorecería el medio ambiente, se crearía más riqueza y se fomentaría la innovación tecnológica. Además, se beneficiaría el sector profesional de la eficiencia energética, con los técnicos dedicados a la Certificación Energética a la cabeza. Todo a la vez.
Parece que la CE pretende ir en esta dirección mediante un Plan Decenal que contempla el uso de fondos estructurales y de cohesión para financiar las rehabilitaciones energéticas y el uso de las energías renovables en la construcción, así como préstamos del Banco Europeo de Inversiones. Esperemos que esto fructifique y que nuestro país se adhiera a esta política.
Para finalizar con mejor humor os ofrecemos un video divulgativo de WWF que recoge una muestra muy notable de edificios bioclimáticos construidos en España. Esperamos que os guste.
Video: wwf.es