Viento, Cachimba y la luna

Todo transcurría como un martes normal dentro de lo que era el segundo cuatrimestre, antes de finalizar las clases cogiendo el movil con la mano derecha, establecía las llamadas a los contactos con los que probablemente ibamos a aprovechar una noche de juerga, pero no era la clasica juerga similar los jueves noche, que o bien podiamos acabar en nuestra casa despues de unas horas en la cerveceria o bien podiamos ir de unos en uno a todos los pubs del centro de malaga, pero no, esta noche era diferente, era la noche de los martes, eso significaba...trivial!.
La costumbre del trivial es algo que empecé un martes cualquiera que propuso un amigo, que no podia quedar para la cerveceria y me pareció buena idea tras dejar la cerveceria, pero..., algo me decía que con el trivial no acabaría esa noche.
Una vez en el pub donde se realizaba el trivial, ese primer dia, la jugada ya habia empezado epro tenía guardado un asiento mientras me situaba en el lugar, asi que observe detenidamente como era su funcionamiento, y he de admitir que no era el concepto de trivial al que estaba acostumbrado, al final del juego, creo que quedamos en segundo lugar y nos ofrecieron un descuento de comida en nuestro proxima jugada, en fin, uno a ono nos fuimos dirigiendo hacia la puerta para irnos supuestamente hacia casa cada cual, pero entonces alguien dijo de acercanos al piso de unas amigas a picar algo, cosa que al final cada cual comio lo que practicamente le parecio apropiado dentro de lo ofertado, en fin, una vez comimos se propuso ir a la playa a fumar cachimba de fresa, y la mitad de los asistentes decidieron marcharse por motivo de examenes, fue entonces cuando los cuatro que quedamos, decidimos emprerder el viaje a la playa.
Era de noche sobre las 2 de la mañana cuando aterrizamos los cuatro, se habia levantado un frio polar arrastrado por una viento un tanto fuerte,una vez aparcado el coche que nos dispuso en el lugar comenzamos a caminar hasta encontrar en la playa de los baños del carmen un sitio a nuestra medida, montamos la cachimba y mientras ésta era acoplada y encendida, los demas se dedicaron a abri unos litros de cerveza, la noche fue increible; contando vivencias, chistes, cualquier idea, para proximos eventos o teoria filosófica era bienvenida, a pesar del viento frio, fue una gran noche, tanto la chica del piso y el conductor del vehiculo, ya conocidos de antes como el novio de la chica conocido en esa misma noche, poco despues nos levantamos un momento antes de irnos a admirar la enorme luna que ejercia un potente reflejo en la superficie del mar, y por un momento parecía que ese reflejo había creado una vía por donde se podía caminar encima del mar, una via de acceso a tocar la luna a admirad su belleza y magnitud, los cuatro nos habiamos fundido en una única sensación en una noche protagoniza por el viento, la cachimba y la luna