del sol, insufrible, incesante,
polvo disperso en el misterio.
A despecho de los dioses
y sus designios,
ya compartiste pecho y lecho
en los días y las noches
de destierro.
Todo el oro ha quedado
en tu tumba...
Mas despierta reina,
ha vuelto Ulises,
y el hades sólo es ya
estrépito y olvido.Copyright by Susana Inés Nicolini. Todos los derechos reservados