Vigila amb Lo Dip

Publicado el 12 febrero 2024 por Santimb @SantiMBPhotos

Una de las leyendas más fascinantes de Catalunya es la que cuentan los habitantes de Pratdip. Se trata de la leyenda de los dips. Los dips eran unos perros lobo negros y endemoniados que escogieron las montañas de la sierra para habitarlas. De vez en cuando, y sólo de noche, se dejaban ver, mostrando su silueta oscura en el horizonte, haciendo brillar sus ojos desafiantes entre la oscuridad o atemorizando a los hombres de noche en el mismo pueblo, pero lo que más preocupaba a los pratdipencs era el infortunio que suponía encontrarse sus rebaños atacados, todavía con las marcas de los colmillos con los que el dip les había chupado la sangre.

La relación entre los dips y el pueblo es inseparable, y los dips construyen todavía la identidad de Pratdip. Aunque las fuentes etimológicas apuntan varios orígenes, los dips han acompañado el nombre de Pratdip desde su nacimiento, identificándose como el prado de los dips. Los dips aparecieron representados por primera vez en el retablo de Santa Marina de 1602. Después lo hicieron en 1730, en otro retablo, en el que tomaban una imagen más feroz y desafiante, y más tarde acabaron presidiendo el escudo municipal.

Joan Perucho, en su obra Historias naturales, se inspira en los dips para crear un personaje vampírico y mutante ambientado en la época moderna. Es así como el autor se encarga de internacionalizar la figura del dip, más concretamente de Onofre de Dip, que habitaba en el castillo de Pratdip, a través de uno de los pocos personajes vampíricos del imaginario catalán.

Fuente: www.pratdipturisme.com

Foto hecha con el móvil.

Pratdip, Tarragona.