VII. ELLOS.  Ponme un cortado.

Publicado el 20 noviembre 2015 por Lasuelta

Laura estaba triste, apagada, acababa de dejar los nenes en el cole. Miró de soslayo su blusa de seda manchada de colacao. Respira. "No te desesperes Laura, ahora pasas por casa y te cambias la camisa. Sí, pero ¿Cuál? Es importante la imagen." Llegaba tarde. Pero le daba tiempo a un café.

Se acerca al bar de la esquina. Bar el Rincón. Buen nombre para un bar.

Se acerca a la barra y el nuevo camarero atribulado intenta encontrar los azucarillos, poner un cortado y calentar la leche. Ella se lo queda mirando, estaba tristona, pero verle le distrae. Tiene los hombros anchos, camiseta de tirantes que siempre ha odiado. Ojitos almendrados color miel. Sonrisa pícara. Con sabor a irresistible. ¡Qué divertido ver a un bombonazo equivocarse! Se ríe a carcajadas, con unas carcajadas en desuso, con una risa olvidada. Es el tercer cortado que debe tirar.

Mario se la mira asombrado, aquella pava de camisa blanca con una mancha en el hombro, pelo recogido se está riendo de él... ahora a la que pueda... se encarga de ella. Cuarto cortado hecho un carajo. "¡me cago en todos mis muertos!" pensó.

Jijijijiji. Se oyó a Laura de nuevo.

  • Oye, guapa. ¡Me estás hinchando los cojones! Como no pares de reír así voy a tener que girarte la cara. - qué tierno se le hizo a Laura, juraría que hasta se medio reía enfadado.
  • ¡hay que verlo!. - responde Laura sorprendida de sus propias palabras. Ella nunca hubiera dicho eso. ¿qué pensará de ella?
Martes.
    Perdón, me pones un cortado de los tuyos. - le susurra atrevida Laura desde la esquina de la barra. -

Misma camiseta de tirantes. Mismos hombros interminables. Misma sonrisa pícara. Juraría que había metido barriga al mirársela. Sería imaginación suya.

Mario se gira, reconoce la voz. Se le ensancha la sonrisa. Y la ignora.

Ella contrariada se lo queda mirando atónita. Pasan dos minutos. Y se acerca Mario altivo y con aire de perdona vidas.

  • Perdona, ¿qué me has pedido? ¿Un cortado? ¿Lo quieres Premium o de Luxe? Porque una ricura como tú seguro que tiene sus manías.
  • Corto de leche. Con dos de azúcar.
  • ¿Qué hace una cosita como tu perdida a estas horas? - su tono seductor le suena ridículo a Laura, su evidencia al seducirle le hace perder encanto. Pero hay algo en él que la divierte. Cuando se lo cuente a Javi se meará de la risa. No le atrae lo más mínimo, pero le resulta familiar, cercano, auténtico. Le aporta una brisa de frescura en tanta negrura. -
Miércoles.

Laura evita entrar en el bar Rincón. No vaya a ser que Mario mal piense.

Jueves.

Laura duda pero entra en el Bar Rincón. Coge un periódico. Se hace la despistada. Mario la ve disimular. Disimula fatal. Espera a ver cuánto tarda en pedir su cortado. Pasan 10 minutos. Mario le deja en el borde de la barra su cortado corto de leche con dos de azúcar. Ella sonríe. Toma su cortado. Y él le acerca la cuenta con una nota escrita al borde: "sonríe. Estás más bonita." A ella se le tiñen las mejillas, le queman. Se le eriza la piel. Se quiere morir de vergüenza. Pero no puede evitar sonreír. Levanta la mirada. Y lo ve al fondo de la barra a Mario esperando su sonrisa. Y asentir con la cabeza. Y con los labios decirle: "así, mucho mejor"

La sonrisa es intensa, roja y brillante en la carita de Laura. Una sonrisa en desuso. Olvidada. Que sabe a gloria.

Viernes.

Nada más despedir a los nenes en el cole Laura corre al bar el rincón. Y busca a Mario con la mirada. Ella está más alegre que nunca. Mario no está. Hoy no ha venido le dice el dueño del bar. Con sonrisa socarrona.

Pide un cortado. Lo toma lo paga y se va. Apagada. Triste. Contrariada. Enfadada y sin ganas.

Y preguntándose porqué diantres está ofuscada. Se recrimina. Se culpabiliza. Aparta de un guantazo tanta tontería mental y vuelve a su vida.

En realidad de quien tiene ganas es de Javi, su Javi, pero Javi está ausente... hace días.

ELLOS, VOSOTROS, NOSOTROS.

La Suelta.