Una curiosidad de Riudacanyes es que las calles llevan el nombre de los días de la semana, excepto el jueves. Para saber la causa nos remontamos al año 1316 cuando el Papa Juan XXII estableció la fiesta del Corpus y la celebración de su octava. La veneración en el Santísimo Sacramento la inició cien años antes, una monja belga, obsesionada por el tema. Era una época en la que proliferaban doctrinas consideradas heréticas, alguna de las cuales negaba la presencia de Cristo en la eucaristía. En el siglo XV se estableció la fiesta en la villa. Cada barrio hacía su propia fiesta un día diferente y adornaban las calles con alfombras y enramadas. El jueves todas las calles hacían conjuntamente la celebración. La procesión estaba precedida por niños que habían hecho la primera comunión. Por la mañana se celebraban actos religiosos, por la tarde se mataba un cordero y toda la calle hacía una cena y finalmente había baile con un manubrio.
La otra curiosidad es que distribución de los nombres puede parecer poco clara, puesto que no se trata de tramos rectos, sino de diversos sectores con una disposición aparentemente caótica. El motivo viene dado por el hecho de que era la delimitación del barrio la que llevaba el nombre, no la calle. Por eso, si vas por la calle Domingo y giras, puede que continúes por la misma calle (o no) y al final no sepas si estás en el martes o el miércoles.
Fuente: www.rondaller.cat/2015/10/14/els-carrers-de-riudecanyes/
Foto hecha con el móvil.
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Riudecanyes, Tarragona.