Aproveché un viaje a tierras vallisoletanas para pisar algo de campo y dedicarle el sábado a Villafáfila. Aunque, las cifras de aves no alcanzaban ni los mínimos invernales, las especies presentes en esta época del año son todo un atractivo para uno que vive en la costa gallega.
Estaba la cosa animada, os dejo con una muestra de fotos:
Pero lo más impresionante de toda la estancia fue la enorme densidad de avutardas y el poder observar a los machos en pleno cortejo haciendo el baño de espuma.
Os dejo con un pequeño vídeo de dos machos en pleno cortejo. Disculpad la baja calidad, pues fue grabado con el móbil apoyado en el telescopio.
Además de todo esto, vi varias Calandrias, escuché mi primera Oropéndola del año y ví mis primeros abejarucos. Por cierto, ya quisieran muchos cotos tener la densidad de conejos que tiene la mediana de la A-6 a su paso por Tordesillas!
Es increible que en parajes con tan poca vegetación como este pueda subsistir tanta riqueza faunística, haber unas densidades tan buenas de aves rapaces y que sobre todo..