Vinilos Sí, pero con Moderación

Si pensabas que esta entrada va de esos vinilos o discos que dan vueltas, lo siento, no tenemos, aún, sección sobre música.En este post voy a hablar de los vinilos que pegas en tu pared como decoración. 
¡Ojo! Que hablar de vinilos es una cosa muy seria
Más seria de lo que, a priori, pueda parecer. Pues estamos hablando de un motivo que vas a ver durante mucho tiempo, a partir del mismo minuto en que te decidas por uno, lo compres y lo pegues. Hasta que llegue ese momento, vas a recorrer un largo y duro camino, el de la indecisión.
Pero ¡cuidado! que crean adicciónTengo en mi casa uno. Aún recuerdo que tardé demasiadas horas en decidirme por él. Eso sin contar, que había ido 2 veces anteriores para echar una ojeada y el día que lo compré iba acompañada por una de esas amigas que no se deja dominar por mi indecisión. Ella tenía muy claro que no iba echar la tarde en el Leroy Merlin, así que aceleró mi decisión de compra ayudándome con la técnica del descarte.
El gran handicap de los vinilos es que, aunque te decidas por uno, siempre verás después otro que te gusta más y que no habías visto. Lo compres en el chino de tu pueblo (es vox populi que los chinos tienen de T-O-D-O ), en una gran superficie, tienda especializada (si tienes la suerte de tener una medianamente cerca) o por internet, es lo que hay.
En mi época vinilo-crazy, si por mí hubiera sido, hubiese pegado vinilos en las paredes, muebles y electrodomésticos. De esa época convulsa, llegué a una conclusión: poquito, porque es bendito. Si caes en el exceso, la casa o habitación parecerá que se ha empequeñecido. 
Y ni se te ocurra mezclar vinilos de temáticas aparentemente relacionadas, puedes terminar en el decorado del Rey León o en medio de una terrible escena de Halloween (que por cierto, está a la vuelta de la esquina)Os muestro a continuación mi particular selección de vinilos. 
Algunos, sencillamente, me han enamorado; otros me han parecido de lo más curiosos y originales y algunos otros, simplemente, tenían que estar en esta clasificación inicial. 
Como ya ocurriera con el post de las sillas, las primeras clasificaciones de lo que sea, son eso, para abrir boca, dando lugar a muchas más, que completen y nos provean de una mayor visión de conjunto. 
Comenzamos:
1. Vinilos básicos de entre los básicos, aquellos que encabezan sillones en salas de estar:
Super socorrido: skylines y ciudades conocidas en blanco y negro o como mucho, bicolor. 
Reconozco que son muy de mi estilo, pero suelen ocupar bastante espacio, tienen mucha personalidad e, indirectamente, obligan a no añadir muchos más elementos a la estancia.
 
Las frases con mensaje, a poder ser, positivo. Un típico tópico que te obliga a estar segura de la frase que te gusta, difícil, ¿ehhh?
 




No podían faltar: mariposas (¡me encantan!), corazones, formas geométricas, plantitas... todo vale. 
Aquí hay que demostrar la pericia sabiendo posicionar los vinilos de una forma armónica. Tampoco es fácil la decisión. Menos mal que hoy en día la calidad del pegamento del vinilo es mejor y se puede pegar y despegar cuantas veces quieras, sin estropear la pared. Yo lo he probado, te lo aseguro.



2. Vinilos que sustituyen cabeceras de camas o que les añaden personalidad, por los 4 costados:
Francia, romanticismo, la ciudad del amor... a mí es que cualquier motivo francés siempre me parece una buena idea.

¡Más mariposas! (se me está viendo el plumero) 

Vinilos en forma de marcos de fotografía, quedan muy bien, son ultrafemeninos y su uso está muy extendido.

Aquí se muestra que una buena selección de color de fondo en la pared, potencia el significado y la luz del motivo elegido. Ésta no ha sido una combinación fácil, pero han salido airosos. La claridad de la pintura y el vinilo contrasta con el mobiliario oscuro.

3. Vinilos para los peques, ¡imprescindibles!
Aquí podemos encontrar variedad de motivos para aburrir, pero ni así, te aburres. Fomentar la imaginación de los más pequeños es un deber.
¡Éste me encanta! Aunque yo en mi niñez, hubiera preferido un vinilo con tema: Barbie de compras en la ciudad o algo así ;-))))

Por favor, no más estigmatizar puertas y jambas. Un vinilo como éste y una fotografía del peque cada vez que queramos medir su estatura, puede ser una estupenda idea para un álbum ;-))))


Casi empapelar las paredes con el nombre del peque es inevitable, cuando la ilusión de un nuevo retoño desborda a los papás y mamás. Vinilos para esto también. Es muy práctico, por ser más fácil de retirar, a medida que la edad del peque va demandando cambios.


4. Vinilos en lugares "de paso"
Pasillos poco aprovechados pero, ¿por qué no? altamente inspiradores....


Y esta estupenda idea de vinilos "cuelga aquí" para recibidores, halls o entradas y que no incluí en el post dedicado exclusivamente a esta importante estancia, muchas veces, la gran olvidada cuando decoramos nuestra casa. Además, resulta una solución muy económica, divertida y original.

¡Flores para iluminar nuestras entradas y salidas!
 
 
5. Vinilos para flipar:
Tengo que confesar que estos vinilos para interruptores no los había visto hasta ahora. Son muy divertidos. Ideal para los más atrevidos, pero no recomendable si no tienes medida en esto de poner vinilos... uno por cada interruptor puede ser excesivo, ¿no crees?


Vinilos para la cocina. Personalmente, me encantan.

Y éstos tan originales para colgar los paños, me han 'enamorao'

Darle personalidad vinílica a una estancia donde pasamos mucho tiempo, ya sea por ocio o trabajo, puede resultar inspirador y motivante

Finalizamos este post con una de las escaleras de mis sueños y que le debe bastante a los vinilos.
Personalidad elevada al infinito. Una escalera que acoge a la llegada, que hace reset al pensamiento necesitado de descanso y desconexión, cuando nadie nos dijo que fuera fácil luchar por nuestros sueños, pero sí nos advirtieron de que sería algo emocionante...

Siempre con love, hoy con un vinilo decorativo pegado en el corazón,
Brujuleia.-
Imágenes: Pinterest
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