Revista Literatura
En nuestra primera vez, lucías esa media sonrisa burlona.Se notaba que tus ojos tímidos se divertían.Me mirabas hasta hacerme enloquecer.En el momento más oscuro, en medio de mi cabreo y mi falta de respeto absoluto por todos aquellos que son como tú, me cogiste de la mano y me mostraste un camino que jamás había andado.Y has sido como virus, que lentamente ha sorteado mis defensas y te has apoderado de mi organismo.Donde todos cayeron, tu prevaleces.
Contágiame, me dejaré.
Que la fiebre surque y recorra para centímetro de mi cuerpo y me haga estremecer.Y te dejaré seguir el recorrido de mi sudor, hasta adentrarte más y ser mi principio y mi final.Porque eres mi virus.Y ya no quiero curarme.