Puede faltar la hinchada, la tribuna, el equipo, la pelota, puede faltar la cancha, y puede faltar el mundo, puede faltar el ojo que lo viera, pero Alves en el extremo derecho, solo y atento, preparado y entusiasta, Alves siempre está.
Dani Alves es uno de los jugadores de banda derecha con más fuerza, intensidad y recorrido del mundo. Llega al FC Barcelona en verano de 2008, con 25 años, después de seis temporadas en el Sevilla.
Nacido el 6 de mayo de 1983 en Juazeiro (en el estado brasilero de Bahía), Daniel Alves comenzó a jugar en el club de su ciudad natal hasta que el Sporte Clube Bahía, el club más grande de la región, decidió incorporarlo a su fútbol base. Alves fue quemando etapas hasta que debutó con el primer equipo en un partido de la Serie A brasileña con sólo 18 años, de la mano del ex jugador brasileño del Barça Evaristo de Macedo.
Consagrado ya como uno de los mejores laterales derechos del mundo, Alves ficha por el Barça en verano de 2008. En su primera temporada, se erige en un futbolista clave en el equipo del triplete. Se pierde muy pocos partidos –uno de ellos, la final de Champions en Roma– y se consolida en el lateral derecho como un jugador capaz de sumarse al ataque una y otra vez. Anota cinco goles y disputa hasta 54 partidos.
En su tercer año en Can Barça alcanza tres nuevos títulos: Supercopa de España, Liga y Champions. Esta vez, al contrario que en Roma, Alves puede jugar la final de Wembley como titular. En cualquier equipo del mundo podría jugar de puntero derecho, en el Barcelona... En el Barcelona también.