Finalizaba mi carrera de Producción de Eventos y con ella empezaba un camino que yo no quería recorrer. Pero ¿Cómo iba a decirle a mis padres que una vez más no me gustaba lo que había elegido?. No era capaz, menos si no lo intentaba. Así lo intente, 4 años y un poquito más.
Tuve la suerte de encontrar práctica casi inmediatamente, cuando me dijeron que había quedado seleccionada mi garganta se apretó y mi sonrisa era forzada al decirle a mi madre lo que había ocurrido. ¿Qué son 3 meses? Pensé.
Cuando quedaba solo un par de días para terminar ese periodo y volver a la “cesantía”, por así decirlo, mi corazón saltaba de emoción a escondidas. Mi jefa me felicito y me comento, como nunca había ocurrido con un practicante, que decidieron contratarme si yo así lo quería. Dicen que cuando uno va a morir pasa por delante de sus ojos la historia de su vida, por la mía pasaron los rostros de mis padres, las deudas, el crédito universitario y el miedo a desilusionarlos; así que acepté, con una sonrisa preparada. Por lo menos iba a tener mi dinero, y podría pagarme mis clases de lo que al parecer en ese entonces se estaba convirtiendo en mi gran amor. La Danza.Con mi pololo de entonces decidimos ir a vivir juntos. Ahí el dinero se vería más afectado por todo lo que aquello implica pero nuestras ganas de formar una familia juntos era superior a todo lo que mi corazón podría soñar….así que después de un tiempo pasó lo que pensé….tuve que dejar las clases. Este tema era una historia sin fin. Me mantenía constante un tiempo y luego algo comenzaba a ocurrir que me hacia faltar y luego abandonar, hasta que renuncié a ese sueño por completo y no tome clases en dos años, donde creo que comenzó mi suplicio y peor castigo.
Lógicamente no era mala en el tema de danza (Danza Árabe para ser exacta) porque logré estar en el ballet de una de las exponentes más profesionales y talentosas de Chile, nuestra querida Be Bloggera Marwa, pero simplemente no me daba el dinero ni el tiempo. Cuando recordaba con amigos y familiares mi vida de danzarina siempre mostraba el mismo video, uno del ballet con una canción maravillosa y una coreografía que me dejaba sin aliento, y mi pecho se apretaba como haciendo pucheros. Me angustiaba, me daba pena y rabia, por no poder estar ahí haciendo lo que más amaba. La vida tuvo un vuelco, luego del terremoto. Me separe de ese pololo y quedé viviendo sola. Menos podía pagar clases, con suerte me podía mantener y volqué todo esa pasión en mi otro gran amor, LOS ANIMALES.uando finalizó el 2011 me juré que el 2012 sería MI AÑO y sería libre! Y lo fue!!.Las cosas ocurren porque nosotros queremos que sea así. Sigan sus sueños, sean felices. No importa el que dirá. Si tu felicidad es pintando en óleo, vendiendo sopaipillas, o siendo una exitosa ejecutiva, lucha para que así sea!Me siento VIVA y muy feliz!