Es curioso la cantidad de ejemplos de viviendas que casi semanalmente invaden las redes de Internet diseñadas y construidas en Japón en los últimos años. Llama bastante la atención viniendo de un país famoso por sus largas tradiciones y por un espíritu de honrar las maneras y tendencias típicas de su cultura en toda acción que llevan a cabo.
Entonces, ¿por qué este cambio tan radical?, ¿por qué tantos ejemplos de arquitectura de vanguardia?. Una de las razones, probablemente, sea que Japón es el país con más arquitectos registrados y oficiales per capita del mundo. Esto lleva irremediablemente a que los arquitectos recién licenciados o con poca experiencia o nombre comercial, intenten destacar del resto mediante estos diseños arriesgados, sabedores además del poder de las nuevas tecnologías y de la facilidad de difusión que se puede lograr mediante la red.
A raíz de un articulo descubierto en plataformaarquitectura encontré infinidad de respuestas a esta tendencia actual del país nipón. Cómo bien explican en ese articulo las viviendas en Japón no tienen el mismo valor como bienes de consumo que pueden tener en otros países de occidente. La vida útil de una vivienda en Japón no es más larga de 15 años, y a lo largo de esos años no sólo no aumenta su valor sino que casi lo pierde por completo.
Resulta que a pesar de su amor por las tradiciones, y en algo que parece un sinsentido, son un país que adora la novedad, lo que podría explicar esa tendencia de despreciar la vivienda con una cierta edad. Además como muchos países asiáticos intentan desde hace años modernizarse y europeizarse, lo que les lleva a tomar decisiones novedosas en tanto al diseño de los elementos de su vida cotidiana.
También está presente el hecho que después de la Segunda Guerra Mundial se construyeron muy rápidamente viviendas para reconstruir todo lo que se había perdido, no tomando las suficientes medidas de seguridad y de aislamiento (eficiencia energética, movimientos sísmicos) por lo que hoy en día se encuentra con un parqué inmobiliario obsoleto y desactualizado.
Vale muy bien, pero sigo sin entender el por qué de esos diseños tan variados y en ocasiones extraños. Tranquilo, ahora vamos con eso. Además de todo lo explicado anteriormente, por las condiciones salariales y las hipotecas de Japón y el valor despreciativo de las viviendas, aunque les gustaría cambiar constantemente de vivienda, lo cierto es que muchos están condenados a vivir en esa vivienda toda su vida. Las casas pierden su valor y finalmente solo les queda el suelo.
Muchos de los jóvenes que quieren adquirir una vivienda, cuentan con el suelo donde poder hacerlo, y ahí es donde intervienen los jóvenes arquitectos que son contratados por salarios medios para poder desarrollar las viviendas. Y vosotros diréis, ¿no tienen regulación?, ¿normas básicas?, ¿por qué veo en Internet casas sin barandillas, con escaleras imposibles, con voladizos pronunciados en unos casos, sin ventanas en otros? Pues bien todo esto se produce porque en Japón no existe una legislación muy fuerte en cuanto a edificaciones, lo cual significa una libertad enorme para los arquitectos a la hora de diseñar.
Pero es que además no se producen casi inspecciones, porque por la razón que sea, el Japonés medio no tiene la necesidad y/o preocupación de demandar al vecino por la falta de coherencia de las fachadas o las alineaciones del vecino. De ahí todas esas instalaciones de cableado eléctrico en las fachadas y sobre las aceras. Esto es muy beneficioso a la hora de diseñar cada vivienda pero produce una falta de unidad en fachadas barrios y ciudades tremendos.
De esta forma y con todos estos alicientes las viviendas se convierten casi en una especie de forma de expresión personal, de la forma de ser de cada uno de los residentes en esas viviendas. Así, al igual que los jóvenes de otros países llevan tal y cual marca de ropa o tal o cual coche o estilo o escuchan determinada música, los jóvenes japones se expresan a través de los diseños de sus casas.
Y vosotros diréis....bueno vale...pero todo esto..¡¡es un sinsentido¡¡, sus viviendas no valdrán nada en 15 años y ¡¡además están condenados a vivir para siempre en ellas¡¡¡ Pues efectivamente tenéis toda la razón, pero exactamente por eso y quizás como forma de rebelarse eligen el diseño como herramienta para ellos y además,¡¡que demonios¡¡ en 20-30 años ¡¡estarán todas derribadas¡¡
¿Os imagináis una administración así de permisiva aquí en España y unas condiciones tan favorables para los arquitectos jóvenes? Suena a casi imposible....