Vivir desde la inocencia

La inocencia es un cambio en la consciencia que se presenta inicialmente con la emoción de la sorpresa. Así mismo, la sorpresa es un estado de animo muy breve que puede bifurcarse en dos emociones básicas como son la alegría o el temor. Pero si somos capaces de sostener esa sorpresa inicial y hacer que dure más tiempo, pasaremos a vivir desde la inocencia. La inocencia es carente de conocimiento aprendido y excluye todo tipo de maldad. Además, solemos hablar de ella positivamente. Por lo tanto, en este contexto, difiere de la ignorancia ya que ésta está contaminada por interpretaciones mentales. La inocencia de la que aquí estoy hablando está relacionada con la pureza de la intencionalidad en los actos, lo cual nos llevaría a vivir los acontecimientos como si fueran por primera vez.

“Felicidad” de Constanza.CH, vía Flickr

Esta pureza se presenta en los niños de manera innata. La comprensión que deviene al vivir los eventos de su entorno se transforma en el mejor de los aprendizajes. Los niños, por su genuinidad y pureza en el discernimiento, disfrutan de la sorpresa para conocer su medio. En cambio, en los adultos, la inocencia suele estar oculta u olvidada y raras veces se presenta. El adulto suele cometer el error de sesgo (Diferencia entre el valor esperado  y el valor real) al interpretar la vida en base a su experiencia. Pongo como ejemplo un relato utilizado por la Vedanta Advaita: Durante la noche, un hombre tropieza con una cuerda y cree que es una serpiente. Cuando se hace la luz comprende su error y su temor se desvanece.

Uno de los objetivos en toda psicoterapia es ayudar a la persona a que observe su proceso desde la ingenuidad para poder trasladarlo a su vida.

Uno de los objetivos en toda psicoterapia es ayudar a la persona a que observe su proceso desde la ingenuidad para poder trasladarlo a su vida. Las cosas no son como las pensamos o como las vemos, las cosas son como son. Aceptar esto es rendirse ante la vida y ante el amor.

La inocencia se expresa cuando la capacidad de sorprenderse tiene que ver con soltar el apego, un estado no mental, una sensación solo posible en el aquí y ahora. La sorpresa, a su vez, es una respuesta espontánea e involuntaria que también involucra al cuerpo procurando un estado de ánimo presencial, es decir, la manera como se expresa la vida o personalidad del individuo sin la defensa de su carácter.