Revista Talentos
Las semanas previas al gran apagón los más conspiranoicos habían teorizado sobre algún proyecto secreto del gobierno. Salían por televisión alterados, histriónicos, caricaturizados. El más prolífico y reconocido, Beltrán Lobo, salió una noche drogado. Resultó inquietante, sospechoso, un espectáculo lamentable, que enterraría definitivamente las voces críticas en el paroxismo mediático.