¡Volvé TVR te necesitamos!

Es raro que nuestra televisión nos regale un producto tan bueno. La historia de Televisión Registrada (TVR) es muy fructífera. La novedosa idea de jugar con los archivos de la TV, mezclarlos y combinarlos con sucesos actuales fue recibida con gran apego por la audiencia. Poco tiempo después, el formato fue copiado por una competencia nula que no entendió la idea en general sino que sólo la noción de volver a pasar lo viejo. Por ello, se reconoce una disputa con Perdona Nuestros Pecados (PNP) por supuestas copia entre ambos productos televisivos.
También, fue muy recordada la censura sufrida en América, razón por la cual se mudó a Canal 13 y, a partir de allí, adquirió una fuerte carga política.
Es obvio que se reclaman discusiones políticas en la televisión abierta, formato que sólo se ve en el cable. Pero en los últimos meses TVR dejó de ser un programa de humor con rasgos políticos para ser un programa político con piscas de humor. Los extremos nunca son buenos, por eso, es necesario que vuelva aquel TVR que criticaba al poder político en su totalidad como así también a las paparruchadas que se paseaban por Tinelli, Susana o Mirtha.
Hoy, TVR y su hijo malo 6, 7 y 8 están muy cerca del kirchnerismo a tal punto de, con su magia de edición y compilación, mostrar a un gobierno nacional y popular más benefactor de lo que realmente es. Entonces, el lugar ocupado por scketchs como Los parecidos o Cámara Registrada fue reemplazado por tapes en contra de De Nárvaez, Macri, Carrio, el campo. El ejemplo más claro fue el debate por la ley de medios. TVR tomó una postura clara y, a partir de entonces dejó aquel humor que tanto gusto en la audiencia.
Desde este pequeño lugar se brega porque vuelva aquel TVR, ese que nos hacía reír con cosas como esta.

Que quede claro. No se está a favor de Macri o De Nárvaez y sus políticas de derecha, sus espionaje o su alica alicate (es decir la nada misma) sino todo lo contrario. Se necesitan críticas al poder político tanto oficial como opositor. También se necesita un humor ácido que se apodere del discurso multimediático para ponerlo patas arriba y criticar sus puntos débiles. En pos de esta postura PPT se salió del carril y dejó de criticar a todos para criticar a unos y quedarse con muy poco de humor.