Últimamente se ven con bastante insistencia gestos, actitudes, declaraciones entre los ultraconservadores reaccionarios y los más garrulo y grosero de nuestra sociedad. Por ejemplo, hace uno meses Macarena Olona, RIP políticamente hablando, disfrutaba de las declaraciones machistas que hacían a pie de obra y junto a ella, de un nivel barriobajero y grosero, unos albañiles. O la presidenta extraterrestre de Madrid se dedica a arengar a la peña cervecera y a los divorciados escapistas, no a los amantes de las bibliotecas o los museos. O recientemente el chupacirios del periodismo español entrevistando a un alcalde que en la Edad Media ya hubiera parecido grosero y garrulo, como poco, diciendo barbaridades de una ministra. Algo que este periodista justifica el no censurarlo en aras de la libertad de expresión.
Y de pronto se me ilumina la mente: Ya dicen que las flores nacen de las mierdas más apestosas.
¿Y cuál es la flor?
Que los ultraconservadores reaccionarios, que tienen en Franco un faro ahora que navegan en el mar proceloso de la libertad y la democracia, con la justicia intentando dignificarse, están agotando sus recursos en el debate político… ya no le quedan argumentos si es que alguna vez han tenido de eso.
¿La prueba?
Que están utilizando su último recurso en la lucha contra no ya el progresismo si no contra la existencia de una sociedad más humana, solidaria y justa.
¿Y cuál es el último recurso?
Pues la punta de lanza que supone la unión de estos nostálgicos del pasado ordenado y autoritario, el que más puede más aprieta, con lo más garrulo y borreguil de nuestra sociedad.
No es la primera vez.
Al principio del siglo XIX las corrientes progresistas europeas, Enciclopedia, Revolución francesa, Reforma luterana, llegaron a España de manos de la invasión napoleónica.
Un grupo de españoles, los tildaron como afrancesados, pensaron que no hay bien que por mal no venga y que si había que aguantar a Napoleón a cambio de la ilustración y la modernidad pues se le aguantaba.
Pero, amigos, eso no gustaba nada a dos amplios espectros de aquella sociedad. A aquel que vivía rodeado de privilegios y lujos a costa de la ignorancia y la mediocridad nacional, como con Franco, hoy todavía sigue esa dinámica en algunas comunidades autónomas, y a aquel que hozando en su pocilga aceptaba que no hay más vida que la que le dejan los señoritos, como con Franco. Y se aliaron contra la invasión lo más cerril y lo más señoritingo, contra la nueva Europa. De ahí salieron las páginas gloriosas de nuestra guerra de independencia. Antes independientes que sencillamente europeos.
Ahora pasa algo parecido.
Esta derecha ultraconservadora y reaccionaría ha perdido el debate dentro de las formas en el escenario actual, país democrático, libre y justo, y ya no encuentra argumentos, excusas, justificaciones para mantener sus aspiraciones que no son otra cosa que el “paloytentetieso” histórico que los caracteriza. Así que han decidido pasar de las formas y tirar por el atajo que representa el acercamiento al garrulismo y la grosería, actitudes por otro lado consustanciales con las sociedades clientelistas y del padrinazgo gobernadas por plutócratas y caciques.
Y ahí están acercándose al garrulismo y la grosería patria.La parte más ultramontana agota sus recursos.
Porque el progresismo en política no sólo combate los privilegios de las clases sociales altas y explotadoras, insolidarias, crueles e hipócritas, que explotan a los más débiles para mantener sus privilegios si no también combate la ignorancia, el servilismo y la resignación de esa parte de la sociedad que se ha acomodado y se ve feliz en la pocilga física y mental en la que le dejan vivir.
Sólo en situaciones desesperadas la clase pudiente se alía con la clase asnal y borreguil de una sociedad. En condiciones normales ni se huelen, bueno una clase si que huele a la otra, no en balde le limpia las mierdas, y no sólo las excrementiciales.
Ahora estamos en ese punto.
Si la sociedad continua siendo democrática y libre, esta es su ultima batalla*.
Otra cosa es que apareciera otro Franco: Entonces volverían a reinar. Los amos de las pocilgas y la piara en armonía. El resto de la granja otra vez camino de Europa y Sudamerica, como en el 39.
Y mientras el Sr. Feijoo que parece un beato de feria, aparentando una derecha “civilizada” de la que ha oido hablar pero que nunca ha visto en España, aunque dicen que en Europa existe.
*La realidad siempre supera a la ficción, estaba escribiendo estas lineas cuando el rio Tamames pasando por VOX casi acaba con mi salud mental, a la vez que apoya mi tesis… VOX agota sus cartuchos… ya sólo les queda languidecer o proponer un golpe de Estado.