¡¡Voy a ser tía!!

Publicado el 27 febrero 2011 por Marga @MdCala


Este fin de semana especial (el viernes fue el Día del Maestro y el lunes será el Día de Andalucía) y festivo, lo ha sido hoy aun más: ¡¡Voy a ser tía!!
Ya lo era (tía, digo), pero cada buena nueva de este tipo es una gran alegría, y en este caso novedad por ser mi otro hermano -y su mujer- quien la trae. Ojalá todo salga de maravilla y tengamos un miembro más a sentar en la mesa de Navidad...
Ser tío, como me ha recordado una amiga, es algo genial. Yo he tenido que matizar "que debería serlo", y realmente lo es para la mayoría de la gente. Que tu hermano o hermana tengan un hijo muy deseado (o varios), es un subidón que nunca debería empañarse, olvidarse o descuidarse. Si bien todos (o casi todos) tenemos nuestras familias y ocupaciones y no siempre podemos dedicarles la atención o tiempo que merecen, nunca deberíamos olvidar que son familiares directos nuestros y que sus vidas tendrían que importarnos, si presumimos de una personalidad sana y emocionalmente estable.
Lo que diré a continuación sonará fuerte, pero quiero decirlo: mis hermanos y yo tuvimos un buen día entre nuestros familiares, a dos tías que nos desearon la muerte. Su único interés sobre nosotros era ser informadas cuando salieran publicadas nuestras esquelas en el periódico. Las muy absurdas igual pensaban que nos sobrevivirían... Ignoraban que en aquel preciso instante, ya habían dejado de existir.
Y mis hijas tienen un tío que es como si fuera de Alcalá (que ni tienes tío, ni tienes ná). No es exactamente esa población, pero sí es un lugar cercano... A pesar de ser sus dos únicas sobrinas, jamás ha mostrado interés, afecto o preocupación por ellas. Y sin mayor motivo: simplemente, no son de su incumbencia.
Yo, sin ser muy niñera, aprovecho este post para recordar a mis tres sobrinos Cristina, Álvaro y Carlos (en la imagen) que les quiero y que siempre me importarán. Y al nuevo o nueva de Cala que viene en camino le digo que su tía está deseando conocerle y presumir de él o ella.
Ole.
P.S.: Por si hay alguna duda en el aire (que diría la Pantoja...), las tías referidas nunca fueron madres. En realidad, nunca fueron nada.