Voyager: un ardor a años luz de tú presencia

Publicado el 20 octubre 2015 por Juankoshmar

Parece infinita la distancia, las horas son banales y poco coherentes, ningún objeto parece estar cerca aunque yo los logré ver; puede que esta expedición me haga perder la razón y podría ser esto lógico ya que tanto tiempo sólo me ha permitido conocerme mejor y tal vez eso me asuste un poco, porque debido a esto he conocido tantas facetas desconocidas que poseía mi ser oscuro y divagante. 

Lleno páginas vacías de mi bitácora intergaláctica, las lleno inclusive con mis recuerdos, porque el grafito ya no es suficiente para expresar mis emociones. Es un viaje maravilloso donde la luz intermitente es mi única compañera, ya que nada me rodea, nada me acompaña en estos senderos desconocidos, pareciera que he perdido percepción completa de lo tangible.

Cerré mis ojos, ha sido un viaje largo, y de repente empecé a divagar en nuestros recuerdos, recuerdos donde la hierba verde nos cubría y además nos servía para sentir que aun estábamos con vida, el sol radiante terrestre que nos arrullaba el uno con el otro, el cielo azul o como tú mejor lo denominas ‘Bóveda celeste’ nos servía de techo, el techo de nuestras fantasías e ilusiones y la brisa trémula que nos cobijaba con un susurro ligero pero fuerte, qué permitía que continuáramos más tiempo juntos. Es lindo recordarlo de esta forma cuando el amor es sincero, cuando el amor que se desborda en mis pensamientos se vuelve tangible por ti y para ti.

Abruptamente he abierto mis ojos y despertado de mi sueño sensible, y la oscuridad total se apodero de mi, la luz de mi nave se agotó absurdamente. Me empecé a sentir más pesado y más inconsciente, y súbitamente me absorbió una fuerza inconsistente que no me permitía mover y me dirigía a un sólo punto, y es el agujero negro de tus sensaciones; no se a que punto llegaré o sí pierda la vida en este momento, sólo espero seguir con este Voyager, un Voyager donde mi único objetivo es llegar a ti. Ahora realmente la noción del tiempo y la distancia es fría y diáfana.

En este momento, los pensamientos se convirtieron en divagantes en el universo cósmico de mi interior, un ardor inerte me envuelve por pasajes amorfos, donde tú ser se aleja por años luz, tal vez este sea el comienzo o el final, pero quiero finalmente y sea a donde me lleve este sendero infinito, me permita llegar a ti pese a la distancia distorsionada que marchitan nuestros recuerdos. Ojalá este ardor no me queme por completo, o sí lo llegara a hacer quiero que se torne nuevo, tan nuevo como cada momento que he tenido el placer de compartir a tú lado.