Tras algunos encuentros esporádicos con hombres que terminan abandonándola, Wanda encuentra cierta estabilidad al lado de Mister Dennis (Michael Higgins), un delincuente de poca monta que sueña con atracar un banco. A pesar de que la maltrata y la obliga a vestirse y peinarse como a él le gusta, Wanda se presta a todo lo que Mister Dennis le pide, incluyendo su connivencia en el golpe que está preparando. A partir de aquí la película adquiere ciertos tintes de thriller y abandona su monotonía inicial.
Entre tanta desolación existencialista, Wanda no está exenta de humor, de hecho la pareja protagonista resulta bastante ridícula y torpe en su preparación del golpe, que incluye un cojín bajo el vestido de Wanda para simular que está embarazada y un pormenorizado guión escrito de los pasos que han de seguir en el atraco para que sea perfecto (y que Wanda es incapaz de memorizar).
La historia que cuenta Barbara Loden está basada en hechos reales, más concretamente en un personaje real llamado Alma Malone que apareció en un artículo del periódico Sunday Daily News el 27 de marzo de 1960 llamado "The Go -for-Broke Bank Robber". Era una historia sobre un atraco perpetrado por una pareja y que acabó mal, con la muerte del hombre y el encierro en prisión de la mujer, que terminaría agradeciendo al juez por la larga condena que le fue impuesta.
Amante y luego esposa de Elia Kazan, Barbara Loden fue una actriz que tuvo cierto éxito: con la obra de teatro "After the Fall", de Arthur Miller, consiguió un premio Tony haciendo un papel inspirado en Marilyn Monroe. Sin embargo Wanda, la única película de Barbara Loden como directora, rodada en 16 milímetros (ampliada después a 35 mm), con un presupuesto bajísimo de 115.000 dólares y con un equipo humano mínimo, pasó bastante desapercibida en su época, salvo algún premio en el Festival de Venecia, incomprendida por el público en general e incluso denostada por ciertos sectores feministas...