Microsoft no está pasando por sus mejores momentos, eso es obvio. Pero que su flamante y último sistema operativo no esté teniendo la aceptación deseada hace que debamos pensar los motivos por los que la mayor empresa de desarrollo software del mundo no conquista a los usuarios.
Según pudimos ver en diciembre a través de Net Applications, la cuota de uso era de un 1,6%, por debajo de lo que Windows Vista había obtenido en el mismo periodo, un 2,2%. Como se ve en la gráfica adjunta, que aumenta el periodo desde el lanzamiento (26 de octubre de 2012) hasta mayo de 2013, el porcentaje se sitúa en un 2,16, lo que sigue siendo inferior a Vista y muy por debajo de lo esperado. Y esto a pesar de que, según Forbes, los de Redmon han vendido más de 60 millones de licencias hasta la fecha.
Y es que las comparaciones son odiosas. Sobre todo si hablamos de XP y 7, que siguen dominando con aplastante mayoría los ordenadores personales de nuestros hogares. Y en mi opinión se lo han ganado, aunque podríamos discutir si por calidad o por el momento de su lanzamiento. Si hacemos memoria, XP sale tras el fiasco de ME (Millennium Edition) y Windows 7 tras el de Vista. Es decir, que sin restar méritos, estaban en el lugar y en el momento adecuados.
Otro factor que parece haber sido decisivo en estos primeros meses de vida de Windows 8 es el factor económico. La coyuntura actual no permite hacer un desembolso por un sistema operativo que dudosamente va a mejorar nuestro rendimiento diario. En todo caso, en los primeros días puede que hasta nos complique la vida. Y la respuesta de los usuarios fue: “¿y para qué voy a cambiar si con XP o 7 me va bien?”. Esta es una máxima que se repite tanto en los hogares como en los trabajos, “si algo funciona, mejor no tocarlo”.
El abandono por parte de Microsoft de Silverlight en favor de HTML5 (además de .NET, WPF, WCF), ha enfurecido a más de un programador, consciente de que sus conocimientos y experiencia previa no les servirá.
Las tabletas y smartphones han sido un handicap por el apabullante dominio del segmento por parte de Android y iOS. Aquí Microsoft no ha encontrado su hueco de momento, que se une a los fabricantes que le han dado la espalda (a excepción de Nokia y Asus). Visto esto, si actualmente se venden más smartphones y tablets que PCs, el horizonte no pinta demasiado claro.
Y como último apunte, y no por ello menos importante, está la aportación de Windows 8 respecto a su predecesor. ¿Merece la pena la interfaz Metro? ¿Hay algo que mejore el escritorio de Windows 7? Parece no haber innovación suficiente que justifique la curva de aprendizaje. Tampoco hay una integración real para tabletas, intentando conservar esa vieja esencia de escritorio que tan buenos resultados le ha dado.
Por tanto, podemos concluir que Windows 8 no convence, y que si el río suena, Windows Blue lleva
También te puede interesar:
- Surface Pro, la tablet alternativa de Microsoft
- La Reestructuración Mas Importante De Microsoft En Los Últimos 5 Años
- Microsoft continúa revelando detalles sobre el lanzamiento de Windows Blue
- Nokia quiere hacer su regreso con el Lumia 1020
- Microsoft compra a Nokia por 7200 mdd
Etiquetas: Microsoft, windows7, windows8, xp
Categoría: Software, Surface, Tablets, Telefonía Móvil, Windows, Windows Phone