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Ni quieres levantar coches con una sola mano, ni tratar asiduamente con malhechores, ni parar balas con brazaletes dorados. Además dar vueltas en el lugar te marea. Tus pensamientos son interrumpidos por el teléfono, es tu príncipe que te llama desde el trabajo para decirte que se tiene que quedar en la oficina a hacer horas extras.Al igual que esta súper heroína, tú querrías calzarte las estupendas botas rojas de caña alta y lucir un cuerpo sin cintura; en cambio, calzas unas chinelas y luces algunos kilos de más en tus caderas. Tu príncipe vuelve a llamarte, se quedará toda la noche trabajando, pues tiene que terminar algo urgente.Tú querrías, como la mujer maravilla, ser una princesa amazona e ir por la vida con una tiara a todas partes; pero lo que más le envidias es el lazo mágico: ese precioso objeto que obliga a decir la verdad.