Antes no podría haber visto lo que veo hoy. Tenías razón.
Hay cosas de mí que sólo entiendo por vos,
hay una forma particular en mí, que nació de vos;
de tu presencia ondulada y de nuestras circunstancias...
de tu posterior ausencia, irremediable y previsible.
Quiero decir, hay algo...
un color, un perfume, un sabor
una temperatura, un beso sobre la cama,
una sensación que no sé cómo llamar.
Es una herida de luz en mi sombra,
como un reflejo tuyo que se me hunde y me hace reír.
Todo esto me causa gracia.
El silencio inquieto con el que escuchabas la solemne estupidez
de mi presentación de conceptos y teorías,
y el estallido de tu risa desesperada por salir de tu boca,
que se vuelca como lava. Tu risa de mierda se me contagia.
Naturalmente, te aburre la poesía, y mi escaso compromiso social te decepciona;
pero sabes que hay algo que soy,
sólo
desde
que
te
conozco.