Revista Literatura
Xvliv
Publicado el 30 enero 2013 por MareaTó los pianos son conmigo...
Y por cada piano tocado,
me suspendo, me anulo y levito;
me afilo las uñas arañando el piso
por cada melodía atragantada,
desvelada y vomitada.
Por cada poesía adormecida
he sido víctima y victimaria,
he sido un suspenso atroz,
una sospecha tuerta
y una renga en el corazón.
He sido lo que fui
y sigo siendo lo que soy,
sin jactarme de mi ausencia
por más sombra que parezca;
soy mi nombre escrito en tó tus rincones;
y una cicatriz latente de mucha gente
que se han convertido
conmigo
en el mal poeta
en el que he devenido.