Me gusta dormir con vos,
revuelt@s, revolcad@s,
mezclad@s con telas, enredad@s,
acurrucando la voluptuosa oscuridad.
Me gusta dormir con vos,
si es que duermo;
aturdid@s de besos,
obstinad@s en la carne,
en la intermitente respiración animal,
en la sustancia, la materia y el alma;
y el mundo, suspendido y olvidado,
se adormece bajo el cielo nocturno
arrullado de ladridos lejanos
y amordazado de mantas.