Escarbar entre los sentiemientos más oscuros de nuestro ser puede ser muy peligroso, especialmente si vienen acompañados de recuerdos tristes, pero, eso nos ayuda a valorar lo que tenemos en el presente.
Me hubiera gustado haber sido una hoja al viento y no haber tenido que tomar decisiones tan difíciles y en ocasiones mentalmente vuelvo a la Y griega en donde mi destino se dividió en dos y me ví obligada a tomar decisiones apresuradas que cambiaron totalmente el destino de mi vida, vuelvo y camino alrededor de ella imaginándome en el medio, viendo mi cara de angustia y desesperación tratando de buscar un rostro conocido que me ayudara, no a decidir, sino a acompañarme a lo largo del camino en caso de haberme equivocado, pero nadie te acompaña sin juzgar y sin esperar algo a cambio. Por eso decidimos seguir caminando solos en la difícil tarea de decidir.