Y de nuevo, la ilusión.

… la ilusión, las esperanzas, las expectativas, los nervios, la inquietud… todo lo que conlleva finalizar y registrar un manuscrito, en el que has volcado gran parte de ti e incluso de los demás (será difícil no sentirse protagonista de alguno de los cuentos).

Su título: La Flor contada.

Su extensión: 264 páginas en total,  de un original impreso por ambas caras (en formato libro prometerá…).

Su temática: variada en su forma, pero unificada por un fondo de sentimientos de todo tipo. Hay excepciones como ocurre con “Presentación”, un cuento lleno de suspense hasta su final.

Su estado actual: de viaje por los EE.UU., para ser leído y prologado por mi generosa amiga Lorraine C.Ladish, cuyo aval confío en que sea de gran ayuda para abrir un poco más las herméticas puertas editoriales.

Mi intención -probablemente ingenua- es ser publicada sin tener que pagar por ello. Creo que el escritor, por novel que sea, finaliza su trabajo al encuadernar su manuscrito y llevarlo al Registro de la Propiedad Intelectual. Que lo que haya que hacer con él, posteriormente, no debería ser de su incumbencia y que ya tendría que estar trabajando en la siguiente escritura. Que el cielo me oiga…

Para todos los que habéis preguntado, y con ello aumentado mis ganas de continuar, ya veis cómo está la situación: una vez vuelva enriquecido de su viaje, pasaré a enviarlo a la editorial que -de momento- se ha ofrecido a leerlo. Lo que ocurra con él después, ya se sabrá.

Gracias a todos los que habéis contribuido a que pueda tener un segundo libro en el mercado, bien adquiriendo Evocación, bien animándome para continuar con esta aventura. Siempre estaréis conmigo en mi memoria y mi corazón.

A los que hicieron todo lo contrario, para intentar acabar con mi pasión y mi trabajo,nada que decir:  sé que existieron, pero ya no recuerdo quiénes eran.

P.S.: El éxito es ese viejo trío:  habilidad, oportunidad y valentía. (Charles Luckman).