Muchas veces la vida quiere que quieras querer sin esperar nada a cambio y así complicarnos la vida hacia amores infinitos.
A veces la vida se envuelve en días felices que nos hacen vivir del recuerdo, se baña todas las mañanas con ese beso que nunca olvidarás y te recuerda al día siguiente que los niños y las cervezas de más, siempre dicen la verdad.
A veces directamente se olvida de ti y no existe diferencia entre un domingo y un sábado que te haga pensar más allá de otro lunes de mierda.
Y de nuevo aparece algo que te hace inmensamente feliz y que está totalmente prohibido, te llena la boca de un amargor placentero, se queda por un tiempo y de nuevo vuelves a sentir la boca más seca que las resacas de dos días.
Muchas veces la vida te envuelve en círculos lleno de locura que a ver quién es el valiente de frenarle los pies.
Y de nuevo, vuelves a empezar.