No te quejes, en el cielo que ves desde aquí, el cielo que se ve desde
cualquier lugar, la galaxia o todo el universo, al fin y al cabo la
estrella más brillante no importa, a veces destaca, pero al final
queda eclipsada por algo maravilloso como los anillos de Saturno o un
gran cometa.
Los pequeños detalles marcan la diferencia.
Puedes
mantenerte siempre en órbita,
iluminar a los que te rodean y no crear
ninguna catástrofe demasiado llamativa.
Pero brilla de vez en cuando
para que yo sepa que estás ahí.
Y es que vivir tiene sentido