Revista Talentos

Y las chicas ¿que tal?

Publicado el 22 enero 2015 por Etiperez
Mis chicas están afectadas, todas tienen ojeras, el pelo encrespado y todas sueñan con la hora de llegar a casa para ponerse su chándal XXL y deambular por las habitaciones sin hacer nada.
Y las chicas ¿que tal?La Diva clama por el pasillo que necesita un abrazo, contacto con piel ajena que le trasmita un poco de calor, la pobre no esta acostumbrada a tantos días sin caricias y a que no le calienten los pies cada noche, ya le he dicho que es lo que toca y que se vaya acostumbrando a  esta nueva situación, que en vez de bramar todo el día busque una solución para entrar en calor y sabes lo que ha hecho? vender todas sus boas y comprar una bolsa de agua caliente, ya ves que esta chica tiene grandes remedios para los grades males.

Llevo días buscando a Wife y al final la encuentro  enterrada en una montaña de  pañuelos de papel, no sé muy bien que pasará con ella ahora, se desintegrará quedando de ella un montón de cenizas? o seguirá entre nosotras en su nueva condición de ex-Wife?

Y las chicas ¿que tal?Es la mas agobiada, todo el mundo la mira esperando que abra la boca y emita un perdón pero una vez abierta la caja de las esencias  no está por la labor de dar marcha atrás, largas conversaciones con su madre le han abierto los ojos, le han hecho comprender que no hay derecho a vivir sometida al yugo de la sospecha continua ni de los arrebatos inesperados en cualquier lugar dejándola en evidencia cuando él lo estima (perdón estimaba) oportuno, ella tiene claro que no quiere volver.


Y las chicas ¿que tal?

Nuestra Vany está desorientada, en un arrebato de ira contra nadie sabe quién se ha borrado de la sesión de quebrantahuesos semanal, ya no se pinta los labios ni se arregla, negro sobre negro sobre mas negro, los rizos todavía no han vuelto a su pelo que sigue tan encrespado que de lejos podría parecer que lleva un nido de cuervos, hace tiempo que no hace recuento de su grasa y le da igual esos profundos surcos negros que hunden sus ojos, aun así  el estado de esta chica no me preocupa en demasía, creo que necesita algo mas de tiempo para volver a ser ella.


Sigo recorriendo el edificio y aprecio el buen trabajo que está haciendo Mum recogiendo y limpiando todo tras el desastre, toda la mierda la ha ido guardando en los armarios para ocuparse de ella mas adelante, pero de momento lo que está a la vista está bien.Mum, nuestra heroína, todo sigue adelante gracias a ella, a sus conversaciones interminables con los chicos que tiene una edad que comprenden pero no entienden, como coño lo van a entender si ni yo soy capaz de hacerlo! y cuando consigue acallar los gritos internos de la ira contenida y relajarse piensa si va a ser capaz algún día de perdonarle.....

Y las chicas ¿que tal?
En las comidas y de manera eventual ha sustituido la verdura y el pescado por hamburguesas, hot dog, o macarrones.....porque la pobre llega a la cena desfondada y le faltan fuerzas para ponerse a reñir con los dos pequeños, el mayor ya se fue y por primera vez lo hizo sin pena, cosa que no le extraña nada, poder coger el tren y poner kilómetros de por medio no tiene precio. Lo malo es que desde su partida apenas ha hablado con él en un par de ocasiones, a sus 16 años no entiende que no quiera firmar el armisticio y la presiona con su silencio y  eso a Mum le duele, le duele mucho pero no por ello está dispuesta a echar marcha atrás, con algo más de tiempo se irá dando cuenta que así todo está mucho mejor.

A la vieja la he encontrado intentando hacerse el harakiri con la aguja del punto, !más vale que he llegado a tiempo¡Y las chicas ¿que tal?-"ella, una mujer separada con tres hijos, ella en el punto de mira de los dires y diretes hasta que surja otra buena nueva que atraiga sus atenciones (la de los buitres carroñeros urbanos) ella sola, la soledad, la temida soledad o acaso es deseada esa soledad...."  habla sin coherencia con los ojos vueltos y sacudida por convulsiones, pobre vieja conciencia con lo que ella ha luchado y aguantado en esta vida para acabar así.


Acabo el paseo por los pasillos del edificio que sigue a media luz, me paro delante del árbol de navidad, (ya os dije que este año voy tarde en todo),  sin pensar demasiado voy quitando las bolas y las luces, voy metiendo todos los abalorios en las cajas sin ningún orden y pienso que el año que viene me cagaré en lo mal que estoy guardando las cosas. 

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