Revista Talentos
Al salir, llovía mucho. Él dijo que no tenía coche, que lo dejó aparcado en el garaje. Ella dijo: "Vale". La llevó de la mano hasta el garaje, veinte calles más allá. Llegaron empapados. Subieron al coche y, sin mediar palabra, la llevó a casa. El viaje duró tres minutos.