Y mañana, resurrección.
No sería un día peculiar para ella. Se levantó medio dormida. Dejó el desayuno a la mitad. Trabajó hasta media noche. Caminó a pie la mitad del camino de vuelta a casa; la otra mitad, andando. Llegó medio muerta al portal. Murió del todo bajo las sábanas.
Y mañana, resurrección.
Y mañana, resurrección.