... y nos cambió la Vida a todosHola cómplice:¿Cómo te ha...

... y nos cambió la Vida a todos

Hola cómplice:

¿Cómo te ha tratado la vida estos años? Llevamos tiempo sin saber uno del otro, ¿verdad? Llegó la Pandemia y nos cambió la Vida a todos.

Como mucho de vosotros sabéis, yo soy una enferma crónica, con un abanico de enfermedades sin cura y bastante importantes en su gravedad. Tal vez no me haya confesado como lo estoy haciendo ahora, pero a mi el covid me condenó a vivir entre las cuatro paredes de mi casa, a estar al corriente por la tele y por mi hermana - que venía todos los días, con su mascarilla perpetua, manteniendo la distancia de seguridad y sin realizar ninguna muestra de afecto, salvo "besos volados" y algún que otro abracito apresurado - y me contaba cómo iba la familia, los amigos y los conocidos, y por supuesto,  cómo transcurría la vida en mi isla.

¿Os imagináis qué desde que empezó este presidio con una duración indefinida, no he salido a la calle, salvo para ir al médico o a urgencias? Este talego se ha convertido en una tortura seca, sin frutos, sin ilusiones, sin sueños, sin ninguna aspiración,...hasta llegué a dejar de escribir en mi blog. En verdad, no sabía ni qué transmitir porque, al fin y al cabo, todos ABSOLUTAMENTE TODOS, sentíamos lo mismo. 

Hoy comienzo a ver el horizonte, se ve lejano, borroso, sin ningún barco a la vista,... pero siento que están, que hay gente en el mar con ilusiones, con sonrisas en sus rostros, con olor a mar, a mi mar, a mi maravilloso mar, a mi estimulante mar, a mi GRANDIOSO MAR...

Es obvio que soy isleña, ¿no? Siento el mar en mis venas, en mi sistema olfativo, dentro de mis oídos, rebotando, furioso, irascible, como  si me cantara una nana que me calma, me hace feliz y me trae todos esos magníficos recuerdos con mis padres, mis primos, mis tíos y mis tías, e incluso mis abuelitos que iban vestidos a la playa, que nunca vi con bañadores, pero que disfrutaban caminando por la orilla y mojándose uno al otro. ¡Vaya, que feliz soy en este momento! ¡Tengo en mi cara una enorme sonrisa y me gusta, me gusta mucho!

Confío no tardar tanto la próxima vez que me comunique contigo, mi cómplice.

Marta Montero