Revista Diario

Y prohibir, prohibir, prohibiiiiiir

Publicado el 07 enero 2011 por Bloggermam
Y prohibir, prohibir, prohibiiiiiir
Hemos entrado en una dinámica de prohibiciones que a mi parecer sólo hacen denotar una falta de educación, hasta el punto que no me sorprendería que los informativos de televisión española cambiaran su cabecera por la música mariachi de Volver, volver  pero adaptada a las circunstancias:
Y prohibir, prohibir, prohibir, 
lo que sea por joder
Prohibiré hasta el parchís
Yo sé joder, yo sé joder
Quiero prohibir, prohibir, prohibir

La regulación del consumo del tabaco es algo peculiar, ya que su consumo afecta a terceros. El resto de drogas se supone que no lo hacen, puedes tener a dos metros a un paisano metiéndose rayas hasta reventar o tomándose un whisky sin que te afecte directamente. Eso sí hay que ver luego lo que pueden llegar a fastidiar media docena de borrachos cantándote “clavelitos” a las cuatro de la mañana, o lo pesado que se puede poner el colega de las pupilas como discos vinilo que te cuenta por decimoséptima vez cuando ganó al tres en raya a un cani…y no era el juego, lo pillas? Ehh?eh? tío, lo pillas? no era el juego, las tres en raya, eh? tres rayas me metí eh? tío... 
Yo dejé de fumar hace un par de años y el humo del tabaco me molesta. Pero también me molesta ir corriendo por la calle y comerme el tubo de escape de un camión que va soltando humo como si lo hubieran derribado en la segunda mundial. Que cada uno se drogue como le apetezca, a ser posible sin echarme el humo, ya somos suficientemente mayorcitos para saber lo que debemos hacer o no. Si siendo grandes nos tienen que decir lo que debemos hacer tenemos un problema muy grave situado en el espacio comprendido entre las orejas, los ojos y el cogote.
Me parece una tomadura de pelo promulgar leyes que hacen gastar dinero a la gente para conservar sus negocios como buenamente pueden, y cuando todavía no se han recuperado del gasto que supone tener espacios diferenciados para fumadores y no fumadores, imponer una norma que hace que a los que gastaron el dinero en cumplir la norma anterior se les quede cara de idiotas viendo malgastado su dinero y comprobando a continuación que los clientes se mosquean con ellos, convertidos, por decreto, en policías de sus propios clientes.
No me parece bien que se enarbole la bandera de la salud para prohibir. Y eso que no fumar es mucho más sano que fumar. Pero no sé hasta que punto es más sano fumar o meterse ansiolíticos a puñados para soportar tanta ansiedad, tanto paro y tanto director de orquesta sordo.
Si seguimos por el camino de dictar prohibiciones que se encaminen en disminuir el gasto sanitario, digo la salud, o buscando usos políticamente correctos. ¿Qué será lo próximo que se prohíba?
  • la panceta porque eleva el colesterol?
  • el pan porque engorda?
  • el alcohol para que no sufran el hígado y los oídos? (recuerda media docena de borrachos cantando clavelitos a grito pelado)
  • la sal para que no suba la tensión?
  • la tortilla de patata para que las transaminasas no se disparen?
  • la marihuana porque relaja más barato que los ansiolíticos?
  • follar porque da ganas de fumar?
  • el chocolate porque da ganas de follar?
  • bañarse para que no se gaste tanto agua?
  • el cocido madrileño para evitar las flatulencias?
  • el papel higiénico por el consumo de celulosa?
  • la lotería primitiva porque da ilusión a la gente?
  • los cortauñas para evitar contaminación por queratina?
  • estar buena para que no haya accidentes de tráfico? 
  • respirar para evitar que el oxígeno del aire no te oxide y envejezcas sin cotizar los suficiente a la seguridad social?
  • Las vacaciones, porque … para qué te vas a ir de vacaciones si no te van a dejar hacer nada en la playa? 

Puede parecer descabellado pero siguiendo por ese camino conseguirán su objetivo principal: prohibir pensar. O a lo mejor ya lo han conseguido sin dictar ley al respecto…
Cuando la educación escasea, de la prohibición se hace bandera.
keagustitomekedao

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