¿y quién es él?

Sí, ¿y quién es el? ¿Qué se ha creído que es? ¿Por qué resulta tan estúpido y tan prepotente? Aunque en otros tiempo pudo tener su parcela de poder, ahora no deja de ser un vuelgar periodista de tres al cuarto. Y desde su vulgaridad más absoluta se ha atrevido a insultar a la Princesa de Asturias llamándola "el eslabón perdido" de la Corona española... Él sí que es el eslabón perdido... entre el mono y el hombre. Se puede o no ser monárquico, se puede o no ser demócrata, se puede o no estar de acuerdo con una forma de gobierno; sin embargo, lo que no cabe en ningún baúl es una manifiesta falta de respeto a la primera institución de un país.Este buen señor (seré educado) ha pasado todos los límites que la libertad de expresión, la libertad de información, el respeto, y el Estado de Derecho permiten. Es un mediocre que, a pesar de la experiencia profesional que puede regalar la edad, con este tipo de declaraciones sólo pone de manifiesto su torpeza profesional, su manifiesto egoísmo personal y el más absoluto de las indecencias como persona.El mundo del periodismo y de la comunicación se merece todos mis respetos. No en vano, en este gremio encontramos a diario profesionales como la copa de un pino; personan que aman su trabajo, lo respetan y lo valoran. Pero bazofías como la que nos ocupa sólo logran enturbiar y empañar la vida periodística de este importante gremio de profesionales.Lo dicho: ¿y quién es él? La respuesta es sencilla y muy breve: un mediocre con traje y corbata que se cree el amo y señor de determinados estamentos de la nuestra vida social. En otras palabras, un perfecto estúpido.