El Coltán es un mineral, (mezcla de columbita y tantalita), indispensable para la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores...
En la actualidad La República del Congo dispones del 80% de las reservas mundiales de Coltán.
Podría parecernos que es una ventaja para este país poseer tanta cantidad de este mineral tan necesario hoy en día, sin embargo se ha convertido en algo más que un problema para el Congo.
Se han aniquilado parques naturales para convertirlos en minas de Coltán, las grandes empresas con falta de escrúpulos consiguen el valioso material a “cualquier precio”. (El Coltán es extraído a menudo por niños).
Ruanda y Burundi están involucradas en el contrabando del mineral en el Congo, usando las ganancias para continuar con la guerra.
El Coltán es extraído con procesos primitivos, similares a como se conseguía el oro alrededor 1800. Muchísimos hombres, y niños, excavan grandes agujeros para sacar el mineral del subsuelo. La media de un trabajador congolés son 10 $ al mes.
La situación es muy complicada, y en ningún momento quiero decir que se debería de dejar de minar Coltán, ya que sería una vuelta al pasado, impensable porque nuestras vidas están unidas inevitablemente a las tecnologías.
¿Qué hacer entonces?
Las organizaciones internacionales, deberían controlar y modernizar la extracción de dicho mineral. Dignificar a los trabajadores con sueldos más adecuados a las ganancias que da el Coltán. Evitar a toda costa que los niños participen en la extracción. Denunciar a las grandes empresas en casos de irregularidades.
Sé que es difícil de conseguir lo expuesto anteriormente pero no es imposible.
¿Cómo podríamos ayudar nosotros?
Consumiendo solo lo necesario, por ejemplo no es imprescindible cambiar de móvil cada año, algo que solemos hacer muy amenudeo, ya que las compañías telefónicas nos lo regalan.
Por último algo muy importante, denunciar todo lo que vaya contra los derechos humanos, y el medio ambiente.