Una vez que el producto llega al consumidor, es éste el responsable de mantener la inocuidad del mismo mediante una higiene y manipulación adecuadas.
Debemos destacar, que en el hogar no hay una normativa ni una legislación que cumplir para garantizar la seguridad alimentaria, con lo que toma especial relevancia el papel de las autoridades sanitarias y las organizaciones de consumidores, que serán las encargadas de difundir recomendaciones y consejos para llevar a cabo una manipulación y unas prácticas higiénicas que eviten problemas con las toxiinfecciones alimentarias. La responsabilidad por parte del consumidor empieza ya en el momento de la compra, ya que, aunque el distribuidor es el responsable de los productos que vende, el consumidor debe ser capaz de detectar defectos y anomalías tales como envases rotos o abollados, presencia de óxido, comprobar el estado de alimentos refrigerados o congelados, revisar las etiquetas y las fechas de caducidad o consumo preferente, observar el modo de conservación, entre otros.
Una vez que se ha realizado la compra, los alimentos se transportarán al domicilio en condiciones adecuadas, por ejemplo, empleando bolsas isotermas para los alimentos congelados, evitando introducirlos de nuevo en el congelador en caso de que lleguen a casa parcialmente descongelados. Es de vital importancia el mantenimiento de la cadena de frío, colocando los alimentos en el congelador de forma que se permita la circulación de aire frío para llevar a cabo una congelación efectiva y homogénea. En el congelador de casa (tres o cuatro estrellas), podremos llevar a cabo una congelación en perfectas condiciones, bajando para ello la temperatura del mismo al menos dos horas antes de introducir los alimentos. En cuanto a la manipulación, se llevarán a cabo prácticas higiénicas durante el cocinado (lavado de manos, limpieza de utensilios...). Para obtener más información sobre este apartado, se puede consultar un post anterior : Alimentos seguros
El cocinado será de una duración suficiente y a una temperatura tal que permita la eliminación de microorganismos patógenos, como pueden ser Salmonella, Listeria o Campylobacter. Si este post te ha resultado interesante, puedes compartirlo en tus redes sociales. También puedes votarlo en Bitácoras.