Cada año llega antes la Navidad, tal vez por la crisis y el afán de hacer caja, se resta importancia al verdadero sentimiento de Navidad que se ha convertido ya en algo puramente comercial. En mis tiempos... Diciembre era sinónimo de Navidad y ahora en cuanto acaba el verano, ya nos meten por los ojos los anuncios de juguetes, turrones ( mi preferido el del almendro con ese " vuelve a casa vuelve " ) y las burbujitas de Freixenet. Atrás quedo el encuentro con la familia y amigos y la ilusión de los regalos. Llega tan pronto la estética navideña, que cuando llega Navidad estamos asqueados de todo. No me considero muy entusiasta de la Navidad, pero me niego a poner mi miniárbol hasta que no llegue por lo menos medidados de Diciembre. También he de confesar que no soy fans de Papá Noel, yo soy de los Reyes Magos. No entitendo ese fanatismo por adoptar constumbres americanas, cuando aquí siempre han sido los Reyes Magos los que se han encargado de los regalos navideños. Así que, como es costumbre que las líneas se saturen, por si acaso voy a pedir ya mi deseo de Navidad , vaya que con los recortes ya no se respeten ni los deseos.
La única conclusión que saco de todo ésto es que, ya nada es como antes...