Estirados pies de insípidas huellas
futuro deseoso de sol,
lánguidos reflejos de insensatez
dominando el presente,
no se hace el destino después de llegar
no se arruga el amor en placares llenos de naftalina,
entre falsos brillos de mostacilla
rompió la voz de la tarde,
se hizo estruendo en la piel
gimió y gimió llena de miedo
intentando volver
caminar las rutas solariegas
ya vacías de reyes y tiempos,
caminar hacia tus recuerdos
tus deseos de princesa,
hacer de lo irremediable un silencio final,
ya no se puede volver a atrás
ya no.