ya viene la impertinencia del no,
de las letras a moratones compitiendo
con el motor a propulsión de las norias
como si nada más hiciera daño
como si todo esto fuera poesía
y encima necesitáramos tinta en las venas para hablar.
*Voy a hacer que se peléen y sus discursos sangrarán políticas de inmigración y pobreza y hambre y todos los que no pudieron conseguir la tarjeta azul tendrán, al menos, una línea de dignidad.
Foto: Bonnie