Estoy alucinada de ver lo común que es, que quien se identifica con una postura se comprometa con ella en una especie de matrimonio que no admite diálogo con una postura diferente; un compromiso que crea enemistad con lo diferente. Sucede en relación con posturas de todo tipo. Yo tengo en mente a las defensoras de la lactancia materna, pero es evidente que esto es pan de cada día en materia de política y religión. Porque tolerar que el otro diga lo suyo, solamente esperando que termine para contestarle lo que ya tenemos preconcebido, no es dialogar.
La encarnación de una ideología hace que las personas piensen simplificadoramente. El mundo se ve en blanco y negro, por decir lo menos.
Silvia Parque