Zapatero en el váter

Esta semana hemos tenido la ¿oportunidad o infortunio? de ver una de esas fotos (bueno, vídeo, que es peor) que nunca deberíamos ver... una de esas fotos que hacen que pensemos que, al final, todos somos humanos y débiles, por más que pretendamos ciertos ideales o nos relacionemos con lo más granado de la sociedad mundial.
Como ya nos dejó claro Tony Bleeeer en su último (¿único?) libro, los líderes mundiales son personas y van al váter... allí hacen sus necesidades como todo el mundo. Por más que nos cueste imaginarnos a esos personajes públicos, un tanto endiosados (a veces por su culpa pero otras por la nuestra) atados a semejantes tareas. Seguro que todos tenéis la imagen en la cabeza...
Pues yo he sentido algo parecido al ver la imagen de ZP, presidente patrio en ejercicio, sentado a la misma mesa que los diez o quince financieros / especuladores más importantes del mundo. Allí estaban los responsables de los fondos y bancos de inversión más influyentes de las finanzas mundiales, o al menos estadounidenses, que viene a ser casi lo mismo. Son esos mismos señores, los que sin duda provocaron la crisis en la que estamos metidos, a los que ahora se dirigen presidentes como el nuestro para ¿vender? ¿mendigar? la deuda nacional con que volver a pagar sus desmanes.

Estoy seguro que Zapatero algún día no hace mucho tuvo otras ideas acerca de cómo salir de esta crisis, que pasaban, muy posiblemente, por liquidar (desde un punto de vista profesional, entiéndaseme) a oscuros personajes como estos con los que ahora se sienta. Estoy seguro que alguien que viene del mundo "de izquierdas" tuvo que sentirse alguna vez en las antípodas ideológicas de esos seres. Estoy seguro que mientras les sonreía pensaba que no eran más que unos cabrones que se dedican a amasar dinero conseguido sin generar riqueza.
Pero allí estaba, con los pantalones bajados y sentado entre mierda (con perdón).
Hombre, entiendo que, al fin y al cabo, todos somos personas y hasta los presidentes van al váter. Pero, la próxima vez, por favor, que cierre la puerta. Yo, al menos, prefiero ahorrármelo.
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