A lo largo de aquel caluroso verano, ella y sus zapatillas, habian saboreado la libertad, y su mundo, se habia llenado de la mágia de los colores de la vida.
Se la podia ver por los rincones, tontear con los chavales de su clase. Ella y sus amigas ejercian sin reparos el arte de cautivar al género masculino poniendo en juego sus artes femeninas.
Es verdad que al observarlas uno no podia por menos de sonreir. Hacia tan poco tiempo que jugaban con su muñecas, que su inocente niñez aún se vislumbraba en sus cuerpecillos con incipientes formas apenas recien estrenadas.
Se podian escuchar sus risas cantarinas al pasar, que invitaban a contagiarse de su alegria. Para ellas las preocupaciones no existian. Su única razón importante era saborear instantes de luz, una luz apenas incipiente que les llevaria poco a poco a explorar el mundo de los adultos.
A lo largo de los meses estivales habian descubierto el mundo de los sentimientos con toda su fogosidad y les parecia una aventura capaz de ilusionar a cualquiera.
¿ Como pensar en aquel entorno que la vida no era bellísima?
Ya les puedes poner en la cruda realidad una y mil veces, ellas solo veran los colores de sus preciosas zapatillas. Se dormiran lentamente mirándolas una vez más, esperando con impaciencia su primer dia de clase.