Era jueves. Hacía frío en todas partes y unos zapatos grises se quedaron absortos al contemplar que unas piernas flacas y desvalidas iban a ser su apoyo. Parecía un troglodita suburbano. Esto requería una interveci´n drástica. Y los zapatos grises comenzaron a hacer fuerza para menguar y menguar hasta que las piernas flacas y desvalidas se dieron cuenta, de golpe, que no eran sus zapatos.
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