El libre albedrío es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas que sostienen que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. Ayer terminábamos la crónica con Enemy, la espléndida película scify de Denis Villeneuve que planteaba el tema de forma tangencial al abrir la puerta a un intercambio eventual o permanente de la vida de dos clones. De tal padre tal hijo de Hirokazu Koreeda vuelve a acercarnos a la temática del intercambio vital, en esta ocasión a decisión de terceros. La nueva maravilla de este japonés habitual de San Sebastián nos sitúa ante un dilema moral imposible para hablarnos de un aspecto más mundano, esa mochila llena de piedras que nos impide disfrutar de la vida.
Ryota Nonomiya es un arquitecto que lleva una vida modélica y envidiable junto a a su esposa y su hijo, al que educa con disciplina para que siga sus brillantes pasos. Una llamada del hospital rompe esa burbuja de perfección al notificarle que hace 6 años un error provocó el intercambio entre su hijo biológico y el niño que tiene en casa, que proviene de una humilde familia de provincias. Este hecho sorprendente abre una serie de interrogantes de respuesta insoluble: ¿Qué define a un hijo, la educación o la sangre? ¿Es mejor volver a intercambiarlos para corregir el error o hacer como si nada? ¿Cuándo se convierte un padre en padre?
Para encontrar respuesta a estas preguntas tan complejas, Koreeda nos presenta a las dos familias, dos formas radicalmente opuestas de entender la vida. Mientras unos juegan con los niños y les dedican todo su tiempo, los otros están obsesionados por la perfección y dedican su existencia al trabajo. Al margen de los mayores, los niños, que en esta ocasión están en segundo plano, no son espectadores pasivos y demuestran más inteligencia emocional que sus padres, asumiendo la situación con naturalidad. Koreeda construye alrededor de este tema tan afín a su filmografía una de sus mejores películas hasta la fecha. Su habilidad para los detalles, unos personajes perfectamente definidos y un guión brillante que carga de emoción cada escena sin apelar al sentimentalismo, la sitúan con toda seguridad desde este segundo día entre lo mejor que veremos en este 61 Zinemaldía. Un aviso, si sois de lágrima fácil, preparad kleenex, y muchos.
Tal y como os comentábamos ayer, la noche anterior vimos la esperadísima La vida de Adele. En ella, la protagonista también debe tomar sus propias decisiones al margen de una sociedad que la juzga y rechaza en momentos concretos. La película, como se indica en su título original, se articula en dos partes claramente diferenciadas. La primera nos acerca al despertar sexual, a ese momento del flechazo en plena calle, cuando queda fascinada por una chica que se atreve a ser diferente, no solo por su pelo azul sino por ir abrazada a otra chica. A partir de aquí Adele debe enfrentarse a todos sus miedos hasta lograr la autoaceptación. Un camino lento y doloroso marcado por sueños húmedos con la chica de azul, experiencias insatisfactorias con chicos, besos lésbicos fugaces y el rechazo escolar. Una etapa que termina cuando conoce a Emma, la chica del pelo azul, en un bar de ambiente y con la que inicia una relación que constituirá la segunda parte del film y que nos ofrecerá largas y explícitas escenas sexuales.
Tras obtener la Palma de oro en el pasado Cannes, el premio FIPRESCI y los elogios unánimes de la prensa internacional, la verdad es que esperábamos una cinta excepcional. La vida de Adele no nos ha decepcionado ni mucho menos, pero tras verla no comprendemos la unanimidad absoluta al considerarla una obra maestra. A nivel formal, el último trabajo de Abdellatif Kechiche sigue una fórmula muy habitual dentro del cine europeo, con una factura que vemos normalmente en los trabajos de los hermanos Dardenne o en la magnífica y también explícita sexualmente Boy eating the bird's food. La esencia de este estilo es la ausencia de música extradiegética y el uso de la cámara pegada a los personajes, con primeros planos que no esconden nada, ni en lo sexual ni en lo interpretativo. Una fotografía que nos permite ser espectadores de lujo de sus miradas y gestos, fruto de unas interpretaciones realmente magistrales, sin lugar a dudas lo mejor de la película. También cabe destacar el realismo que lo impregna todo, los personajes secundarios, perfectamente construidos, y esa mezcla de filosofía, pintura y literatura que enriquece el conjunto. Salir del armario hace tiempo que dejó de ser tabú en nuestra sociedad, pero a nivel cinematográfico seguíamos marcados por subproductos marginales de escasa calidad a excepción de obras muy puntuales de determinados directores. Una nueva ola (francófona) parece estar poniendo fin a este cine marginal gay con obras tan valientes y magníficas como esta Vie d'Adele, o los títulos más recientes de Xavier Dolan y Alain Guiraudie.
Pasamos a otro plano, nos vamos a Horizontes Latinos. Diego Quemada-Diez nos deja con el retrato más duro y desolador del día, un relato sobre una realidad latinoamericana: la migración. Si Adèle tenía que reinventarse a sí misma y Ryota en Like father, like son a su nueva familia, los protagonistas de La jaula de oro van en busca de una vida mejor, huyendo de su país de origen, una vez más en contra de su destino inicial. La premisa es muy sencilla, tres adolescentes de Guatemala emprenden un viaje hacia los Estados Unidos, con la esperanza de encontrar una vida mejor. En el camino conocen a Chauk, un indígena de la sierra de Chiapas que no habla ni una palabra de español. Entre las vías y los trenes de mercancías, se enfrentarán a la cruda realidad, la realidad diaria de miles de inocentes inmigrantes.
La jaula de oro se alzó con el premio al mejor reparto en la Sección Un Certain Regard de Cannes, un premio de justicia y más teniendo en cuenta la sinergia que encontramos entre ellos, todos actores no profesionales. Con una factura técnica muy próxima al documental, vivimos las extremas vivencias de estos cuatro amigos a ritmo de western y road movie sobre raíles, acuñando lo que podríamos denominar una train movie. De menos a más y con un constante tono de denuncia alejado de los tópicos sensibleros, el realismo de la notable La jaula de oro nos deja con algunas de las imágenes más estremecedoras de este Zinemaldia.
De la triste huída de los inocentes, pasamos a la huída de los culpables, los monstruos. Lucía Puenzo nos presenta en Wakolda, el médico alemán una ficción basada en uno de los periodos más misteriosos de la vida del médico nazi Joseph Mengele durante su huida a Bariloche. A raíz de un encuentro casual en pleno desierto de la Patagonia, una familia argentina entabla relación bastante íntima con el tan buscado criminal, ignorado la identidad real del monstruo. Según los datos conocidos, Mengele continuó sus experimentos en secreto investigando con animales en Argentina y comprando muestras de sangre de mujeres embarazadas. Siguiendo con su carrera nazi, el objetivo era la perfección biológica a cualquier precio. También existe el mito acerca de su intervención en la creación de unas muñecas humanas mecánicamente perfectas. La directora de la aclamada XXY, combina todos estos elementos parta traernos esta ficción sobre lo que vivieron las colonias nazis en Argentina. A pesar del gran acierto en su apasionante temática, a caballo entre la historia y el mito, Wakolda no termina de funcionar ni como drama ni como thriller quedándose a medio gas en los dos ámbitos. Quizás somos más del estilo intimista de Lucía Puenzo.
A pesar de este tibio final, la jornada nos ha dejado con tres grandes películas cargadas de dilemas morales, elecciones al margen de la sociedad y lecciones para la vida. A ver qué nos encontramos mañana.
Ranking de la crítica
Según la Tabla de acreditados del 61 Donostia Zinemaldia, por el momento, las tres películas más valoradas del Zinemaldia son:
1. La vie d'Adèle - Chapitre 1 & 2 (Nota: 8.25)2. Like father, like son (Nota 8.21)3. La jaula de oro (Nota 7.67)
Diario del festival
Twitómetro
El tiempo dirá si "La vie d'Adele" es la obra maestra que muchos vieron en Cannes. Cuatro meses de hype por las nubes no ayuda. #61ssiff
— danielmmantilla (@danielmmantilla) September 21, 2013
LIKE FATHER LIKE SON es tan magistral, que hasta parece fácil. Como si se hubiera dirigido sola. Así de PUTO AMO es Kore-Eda #61ssiff
— Rogidro (@Dricius) September 21, 2013
'The Zero Theorem' | Ejercicio distópico-existencialista completamente absorbente. Hipnótico. Magnético.
— Jesús Choya en Sanse (@JesusTeatrero) September 20, 2013
#61ssiff La verosimilitud y la poeticidad de 'La jaula de oro' vale más que muchos metales preciosos
— De ! a la eternidad (@AviCirera) September 21, 2013
Potente Wakolda de Lucía Puenzo en #61sansebastianfes #61ssiff pocos cineastas saben crear ambientes como esta excelente escritora
— Cine Invisible (@cineinvisib) September 21, 2013
La imagen del día
Denis Villeneuve y la actriz Sarah Gadon
Denis Villenueve y la araña
Esta mañana Denis Villeneuve, la actriz Sarah Gadon y los productores de Enemy nos han ofrecido algunas de las claves de este insólito thriller durante la rueda de prensa la película. Referente a la particularidad de Enemy y al hecho de que se salga del cine convencional, Denis la define como una película secreta, como parte de un proyecto muy personal de ensoñación (bromea diciendo, sé que los distribuidores me van a matar por decir esto). Es consciente que la película se dirige a un público reducido muy exclusivo, dice por ejemplo, mi padre seguro que odiará la película.
Le gustan las películas que plantean más preguntas que respuestas (nombra el referente de 2001, una odisea del espacio), películas que plantean un reto. En un futuro le encantaría poder dedicarse a los dos tipos de cine: el personal y el comercial de masas. En referencia a los dos proyectos que estrena este año, Enemy y Prisoners, es consciente de su fortuna al haber encontrado financiación para dos proyectos tan contrapuestos el mismo año.
Para Denis el tema del doble en el cine es prácticamente un género en sí mismo. El cine es un medio que nos ayuda a explorar nuestros miedos y la noción del doble es la noción del monstruo expectante, da mucho juego. Cuando le preguntan si la película es un homenaje a David Lynch, Denis se ríe y dice que hacer una película novedosa en pleno 2013 es muy difícil y que se podría tomar como un guiño a los maestros del género desde la humildad. Ante las múltiples preguntas referentes a la famosa araña de la película, Denis siempre tiene la misma respuesta: “No pienso decir nada de la araña”.
Diego Quemada-Diez y La jaula de oro
Diego Quemada-Diez y Lucia Carreras
En el pase de esta tarde hemos contado con la presencia del director Diego Quemada-Díez y la guionista Lucía Carreras que han respondido a algunas preguntas del público. Quemada-Díez, emigrante español en México, estaba emocionado por la presencia de la película en el Zinemaldía, ya que su padre era espectador habitual en los inicios del certamen.
En la charla han dejado claro que se trata de una ficción, pero que cuenta con un guión basado en situaciones reales extraídas de entrevistas a más de 600 migrantes. Una historia que el documental no podría contar mejor ya que algunas escenas como las de la policía no pueden ser filmadas en la vida real sin alteraciones. La cinta se rodó con actores no profesionales insertados en la realidad, que no conocían la historia hasta que la filmaban. Sobre el final nos han indicado que lo cambiaron justo antes de empezar a rodar ya que les parecía que era demasiado soso. Cuando Quemada-Díez les comentó la idea de la escena final al resto del equipo, estos se emocionaron, y él decidió añadirla, especialmente al comprobar que era el mismo que funcionaba tan bien en In this world de Winterbottom. Y para terminar, una reflexión del autor: Melilla, Israel o el gran muro entre la frontera de USA y México, deberían avergonzar a un mundo que tendría que derrocar fronteras, tras la caída del muro de Berlín, en lugar de construir más. Cuando un pájaro no tiene agua vuela para buscarla en otro sitio, los humanos deberíamos igualmente podernos mover para encontrar trabajo y comida.
Animatópicos
Waking Life de Richard Linklater
Estados Unidos, 2001
Richard Linklater nos sitúa en la frontera entre la vigilia y el sueño para ofrecernos un tratado filosófico sobre el libre albedrío, los sueños, la realidad y la esencia del ser. Waking life nos plantea una serie de situaciones y cuestiones con la predisposición de obligarnos a pensar. Así nos encontramos ante disyuntivas del estilo ¿Qué dista más del ser humano medio, Nietzsche o un simio? Esta propuesta conceptual nos presenta a unos personajes que deambulan sin cesar por los sueños del protagonista, personas que se han cruzado alguna vez en la vida del director y que éste ha seleccionado por la originalidad de sus ideas. Así asistimos a momentos surrealistas provocados por el sueño o distintas disertaciones que giran alrededor de pensamientos originales o pensamientos de Aristóteles, Einstein, San Tomás de Aquino, Lorca o Louis Malle bajo un prisma teóricamente nuevo. Teorías cognitivas, filosofía sobre la vida y mucho más en una obra que parece más que una película, una tesis o un ensayo metafísico.
Tal y como nos cuenta uno de los personajes, todos recibimos una caja de colores al nacer, puede ser de 8 o 16, pero lo importante no son los colores, sino como los usas. En este sentido Linklater decide salirse de las líneas marcadas por lo standard para ofrecernos un retrato tan denso como transgresor, no apto para todos los públicos. A nivel formal, Linklater juntó a varios artistas digitales para aplicar la rotoscopia sobre imágenes reales, tal y como volvería a hacer más tarde en A Scanner Darkly: Una mirada a la oscuridad. Tras su visionado nos quedamos con la sensación que tanta erudición puede resultar un ladrillo para los no iniciados mientras que para los interesados en la filosofía no aporta ningún conocimiento nuevo. Una lástima porque los dibujos, que ofrecen estilos distintos, son muy creativos, la narración arriesga y el concepto resulta extremadamente original. En nuestro tanto tratado sobre el sueño termina por provocarnos unas ganas tremendas de dormir.
El pintxo del día
Brocheta de gambas
Lo encontrarás en el Bar Goiz Argi,Calle Femin Calveton, 4
Y mañana en el Zinemaldia...
...continuará
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure