Zumo de personas

Las compañías de teléfonos practican el no va más de la jeta antibalas con una cara capaz de detener una lluvia de meteoritos. Hoy Orange, la compañía telefónica de la que soy cliente me ha tomado a mi por la naranja para hacer zumo. Resulta que hace días que mi viejo móvil falleció, y tras días incomunicado telefónicamente, adquirí uno mas reciente, con la particularidad de que solo admite micro Sim, una versión más pequeña de la tarjeta con la que los móviles funcionan. En realidad ni siquiera más pequeña, porque lo único que había que hacer era contar un poco el plástico de alrededor. Un servicio con el que los clientes de la compañía debieran contar si no gratuitamente, si a un precio de uno o hasta dos euros exagerando, pues solo hay que aplicar una cortadora durante un segundo y ya está, como quien grapa un papel, y el aparato con el que se corta la tarjeta hasta parece una grapadora.
Pues no, Orange quiere beneficios hasta por cada tecla que se pulse, porque por la ridícula operación te clavan cinco euros! Cinco euros por un segundo o dos de trabajo, y con un aparato que cuesta nueve euros en el mercado. Orange vuelve a escupir a la cara a sus clientes mientras les mete la mano en el bolsillo. Salí de allí disparado y con la operación sin hacer, prefiero cortarlo yo aunque sea mal y con un cuchillo de plástico a que me expriman y me sableen de tan mala manera. Soy un cliente de orange, no una naranja a la que apretujar y sacar el zumo. Y lo de cliente de Orange me lo estoy pensando, hay mas compañías deseando atracarme con mayor finura y disimulo, felicidades por vuestra mongólica forma de fidelizar clientela. Además siempre está la opción de no ir a ninguna, que yo sepa no se han diagnosticado aún muertes por carencia de teléfonos móviles.