Revista Literatura

Di no como un guerrero: No fu

Publicado el 23 julio 2011 por Migueldeluis

El presente artículo es una traducción libre pero fiel de No Fu The Warriors Way to say No de Patrick Stoeckmann y se publica aquí por gentileza de su autor.

¿Y si pudieras abandonar todos los miedos que te impiden alcanzar tus deseos?

¿Y si pudieras permanencer en calma diciéndole “No” a cualquiera, en cualquier momento en que no quieres que te obliguen a hacer algo?

¿Y si pudieras con la misma fuerza y paz mental decir “No” a todas las cosas que te incita a hacer algo que no quieres?

¿Te gustaría tener tal fuerza y energía?

Descubriremos como los samurais y guerreros medievales alcanzaban el poder de decir no y tomar decisiones. El mismo poder que admiramos incluso hoy en los héroes del cine. Este poder podría ser tuyo. ¿Estás listo?

Quizás ignores algo del Kung Fu…

De pura suerte me tropecé con un artículo de wikipedia sobre el término Kung Fun. Recomiendo vivamente leerlo1cache. Describe el significado del término Kung Fu (o Gongfu). Lo que encontré es sorprendente:

Gōngfu (功夫) es una palabra compuesta de dos raíces, combinando 功 (gōng) logro o mérito, y 夫 (fū) que puede traducirse como humano, por lo que una traducción literal podría ser logro huano.

Originariamente, practicar kung fu no significaba sólo pracitar cierta arte marcial china. En realidad, se refería al proceso del entrenamiento en sí mismo – el fortalecimiento del cuerpo y de la mente, el aprendizaje y perfecionamiento de las propias habilidades – más que lo que se estaba entrenando. Se refiere a la excelencia alcanzada a través de la larga práctica en cualquier disciplina. Se puede decir que el kung fu de alguien es bueno en cocinar, o que alguien tiene kung fu en caligrafía; decir que alguien posee kung fu en un área implica una habilidad alcanzada en esa área, a través de un esfuerzo serio. Alguien con “mal kung fu” o no ha puesto el suficiente empeño y tiempo o parece carecer de la motivación para hacerlo.

Sobre este significado, acuñé el término No Fu (No Humano).

Este es el kung fu (logro humano) de la persona que domina los poderes de la palabra “no”.

¿Por qué tememos la palabra “no”?

Desde nuestra infancia en adelante nos enseñaron a asociar la palabra “no” con el rechazo y sentimientos de doloroso fracaso. Aunque nuestras madres, en el mejor de los casos, sólo usaban la palabra “no” para mostrar los límites en los que podíamos explorar nuestro ambiente con seguridad, la mayoría de la gente aprendió a asociar la palabra “no” con las personas desagradables, maleducadas o incluso antisociales. Como mínimo, nos sentimos un poco incómodos al dirigir un “no” a alguien.

Vale, podrías decir “No” hoy sin sentir más este dolor, pero mira dentro de tí mismo y pregúntate, cuantas veces has hecho cosas que no querías hacer. Cuantas veces has sentido que no vivías tu vida, sino que eras el siervo de la voluntad de otros.

Ya que no vives en una verdadera esclavitud2cache, debo decir, que cuando dejas a alguien dictar tu vida, no es culpa suya, si no tuya. Tú le permitiste a esa otra persona ser tu dictador. Ya fuera porque no querías desagradarlos, o temieras las consecuencias de decir “no”.

Al final, todo se resume a nuestro miedo a las consecuencias de decir “no”.

¿De qué tienes miedo?

Un guerrero entra en combate sabiendo que su destino es la muere. Por tanto no necesita temer a la muerte. La muerte es cierta para él y todo pensamiento de más es un desperdicio de energía.

¿Qué pasaría si pudieras derribar los miedos que te impiden alcanzar lo que quieres? ¿Y si pudieras decir “no” con calma a cualquiera en el momento en que no quisieras hacer lo que otros desean imponerte? ¿Y si pudieras, con la misma fortaleza y paz mental decir “no” a todas las cosas que intentan enredarte en hacer algo que no quieres hacer? Ese es el arquetipo de fortaleza que incluso hoy admiramos en los samurais y caballeros medievales. Es la energía que les permitió ir más allá de sus miedos y mantenerse firmes a sus creencias y decisiones. Es decir – lo que nos atrae de todos esos héroes del cine es la fortaleza y la energía para mantener una decisión, aún implique la muerte.

Los samurais sabían que cada decisión 3cache tiene consecuencias, es decir un precio que pagar. Y ponderaban ese precio, exactamente lo mismo que tú.

La diferencia reside en que estaban dispuestos a pagar precios más altos, aún la muerte. Ahor confía en mí, no quiero que pagues nada con tu vida. Simplemente imagina que eras un samurai. Tenías tanta fuerza propia que nada te podía hacer temblar, y aunque pensaras que podrías experimentar el miedo, no le permitirías cambiar tu pensamiento y tu decisión. ¿Te imaginas ser tan fuerte? Si puedes imanigarte así, puedes ser así.

Ahora imagina que estás en una situación en la que alguien te pide que hagas algo, algo que no quieres hacer. En una evaluación rápida, ¿qué es lo peor que podría ocurrir si les dices que no a la cara? ¿Estarías dispuestos a arriesgarte a pagar ese precio?

Evocando el poder del No Fu

Hazme un favor y probemos un experimento. Búscate un papel o un cuaderno.

Escribe las personas (en tu vida profesional y privada) con las que a veces tengas problemas para decirles “No”.

De cada persona haz una lista de las cosas que no quisiste hacer pero acabaste haciendo.

De cada cosa escribe lo peor que, en tu opinión, pudiera haber pasado. ¿Te hubiera despedido tu jefe? ¿Divorciado de Tu Esposa? Asigna a cada una de ellas, una probabilidad.

Nota que tendemos a sobreestimar esa probabilidad. Si consideras las consecuencias del punto 3 probable, prepárate para que sucedan. Si te despiden, ¿como asegurarías tu sustento? Si tu pareja te dejara, ¿cómo continuarías con tu vida? Si tus amigos no te hablaran nunca más, ¿cómo manejarías eso sin ser destruído? Intenta buscar respuestas resolutivas. No digas “mi vida se ha acabado”, sino centráte en como continuar, como cambiar tu vida, incluso si ello llegara a ocurrir.

Firma un contrato entre tú y tú

Acuerda contigo mismo que desde ahora aceptarás el peor caso como un resultado posible, y que no aceptarás que otros se imponga a tus valores nunca más. Escríbelo.

Cuando llegue la confrontación permanece en calma, respira profundamente mientras hablas. Ahora que sabes que puedes vivir con tu mayor miedo, centra toda tu energía en llegar a una solución constructivia con tu interlocutor. Si no lo aceptan diles que estás dispuesto a aceptar las consecuencias. Hazlo con calma. Centra tu atención en un punto justo dos dedos por debajo de tu ombligo e inhala hasta este punto. En la tradición zen a este punto se le llama “Hara”, y es el punto de la energía, la estabilidad y la conciencia4cache.

Como todo kung fu, debes entrenar esta habilidad, pero el entrenamiento y la experiencia dará sus frutos.

Que aceptar y que no

Acepta que un día morirás.

Acepta que otros pueden dejarte.

Acepta que te pueden despedir.

Acéptalo todo, salvo abandonar tus propios valores.

Si haces todo eso, estarás libres de cualquier miedo – y habrás trascendido el No Fu para alcanzar el Corage Fu


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