Monólogo: de singel a solterona pasando por el pueblo.

DE SINGEL A SOLTERONA PASANDO POR EL PUEBLO.
Cuando vives en una gran ciudad, pongamos que Madrid, y tienes de treinta para delante, vives sola, sin pareja, en tu propio apartamento y siendo feliz y autosuficiente, eres singel. Pero si esas mismas circunstancias ocurren en un pueblo, a poder ser de La Mancha, no eres una feliz y pizpireta singel, sino una solterona, o moza vieja que es peor, a la que como en breve no espabile se le va a pasar el arroz. Y eso hunde la moral al más “pintao”.
Es increíble cómo cambia la percepción de la realidad, entre lugares que están a una hora de distancia. Mientras en la capital tener treinta o treinta y pico años, no tener pareja, ser independiente, y disfrutar de tu tiempo con tus aficiones y viajando, es lo más normal. A una hora de distancia tirando para abajo, con ese curriculum, eres una fracasada a nivel personal, que con la edad que tienes ya deberías estar casada y con hijos y no perdiendo el tiempo dando vueltas sin sentido por el mundo.
Reconozcámoslo, todas las que tenemos pueblo y hemos llegado solteras a los treinta, nos ha pasado esto, que creías que estabas tú tan feliz con tu vida, y realmente lo estás, pero llegas al pueblo un día que te pilla un poco tonta, te echan este sermón,y te vuelves con la moral más hundida que el Titanic. La pregunta de siempre es: ¿Por qué no buscas pareja y te casas que se te está pasando el arroz?, cuando tú piensas que tienes el arroz intacto y que aún no lo has puesto a cocer.
Sin embargo si a esa edad estás casada y con hijos, en una gran ciudad, eres una amargada que se pasa el día corriendo entre el trabajo y la guardería y no tienes tiempo ni para ti, y en el pueblo eres ese ejemplo de mujer de su casa, seria y responsable, que ha hecho lo que tenía que hacer.
Que digo yo, si yo estoy tan feliz con mi vida de singel, ¿Por qué carajo me lo tienen que cambiar por una vida de solterona amargada? Evidentemente, cada sociedad tiene su pequeña y particular visión del mundo, pero no puede ser que cambie tanto justamente la visión que a mí me afecta.
Yo creo que estas prisas que tienen en los pueblos por verte casada y con hijos se debe a que en los pueblos con esa estupenda vida tranquila, todo hay que decirlo, o te casas y tienes críos o puedes llegar aburrirte….mucho, a parte de la tranquilidad, poco hay que hacer, así que, qué mejor que ocupar tu tiempo que con dos estupendos churumbeles y un marido encantador. En las ciudades más grandes nos pasa justamente lo contrario, tenemos tanto que hacer, pero básicamente porque para desplazarte necesitas cantidades ingentes de tiempo para poder salvar atascos insoportables, corremos de un lado al otro por el trabajo, nos estamos reciclando constantemente con cursos para ser estupendos profesionales, que cuando llegamos a las nueve de la tarde a casa, después de un día de trabajo y ajetreo, la sola idea de encontrarte en ella una pareja y un par de críos, te causa tal ansiedad que lo vas dejando para otro día, y si a eso le sumas el dineral que tienes que invertir en ellos, te imaginas pluriempleandote, y acabas pensando: Qué necesidad tengo yo de esto con lo a gusto que estoy así.
Pero, desde mi punto de vista, lo peor de todo esto, no son las circunstancias que rodean a los distintos tipos de vida, lo peor es que, en el fondo, no tomamos nuestras decisiones libremente, sino en función de unas circunstancias que, de una forma u otra nos vienen impuestas por la sociedad que nos rodea, y el no adaptarse a esas circunstancias puede hacerte pasar de singel a solterona, o de amargada con hijos a ejemplo de persona, cuando realmente nosotras seguimos siendo las mismas, solo cambia el entorno relativo en el cual nos encontramos.
Singel o solterona que la decisión sea tuya, que el entorno no te influya, y cuando llegue, esa vecina del pueblo que todos tenemos, tan cariñosa como puñetera, recordándote que allí no eres singel, si no una rancia moza vieja, recuérdale que tú no te metes en sus asuntos, así que ella deje a los tuyos tranquilos. Todo esto con una sonrisa en la boca, no vayáis a quedar mal, que esas cosas en los pueblos se tienen muy en cuenta.
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