Pero…un dia

Mateo 25:14-46; Lucas 12:35-48; Apocalipsis 6:15-17.

Pero un dia Cada día y en algún momento del mismo tendemos a reflexionar sobre muchas cosas, generalmente relacionadas con eventos que ocurren a nuestro derredor, situaciones que se dan familiarmente o que sencillamente escuchamos en las noticias. A veces esas reflexiones nos hacen entrar en un profundo análisis de nuestra vida o porque no decirlo aun pensar en el mas allá. Hace unos días atrás estaba leyendo y me encontré la siguiente historia muy significativa por cierto:

El Consejo Inglés de Higiene Industrial llevó a cabo —hace algún tiempo— el siguiente experimento: Un sicólogo, empleado del citado Consejo, visitó algunas empresas comerciales, industriales y bancarias, diciendo a los empleados, uno por uno: “El jefe quiere hablar con usted.” Estas sencillas palabras: “El jefe quiere hablar con usted”, llenaron de inquietante preocupación a cuantos las oyeron. Algunos palidecían y se preguntaban: ¿Qué habrá pasado? ¿Qué me querrá decir? ¿Habrá alguna acusación contra mí? ¿Será para decirme que me va a dejar cesante? Si el solo aviso de que el jefe quería hablar con ellos, llenó de angustiosa inquietud a aquellos obreros ingleses, ¿qué será cuando los ángeles suenen las trompetas del juicio para llamar a los pecadores a comparecer ante un Dios airado por los actos de pecado y perversidad de quienes se deleitan practicando lo que los sentimientos de Dios repelen y su justicia condena? Se cuenta que la reina Elisabet de Inglaterra se sintió en cierta ocasión, airada contra Cristóbal Hatton, Canciller del Imperio; y cuando éste fue a entrevistarse con la soberana, Elisabet le lanzó una mirada que paralizó el corazón del Canciller, quien cayó muerto. Si tal cosa le puede suceder a un hombre ante la mirada de una reina, ¿qué será cuando el pecador tenga que comparecer ante

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PERO…UN DIA Hola. Deseo con todo mi corazón que usted este bien y sea un disfrutante de todas esas cosas maravillosas que Dios tiene para Todos los que a él se acercan. Ninguna de mis meditaciones tienen como objetivo ofenderte o de alguna medida hacer sentir mal a alguien. Solamente son mis meditaciones personales que trato que de alguna manera queden registradas en algún lugar a manera de ensayo. Este bien y no deje de amar a Dios. Gracias