Quiero volver a casa

Hoy más que nunca, quiero volver a casa. Es el primer dia del año que siento esto de esta forma, no quiero ir a la facultad, no puedo. No me importa si tengo entregas, si me recibo o no, si no cumplo con cosas efímeras, todo pasó a un segundo plano.
 Pero sigo adelante con lágrimas incamuflables, porque sé que no es solucion. Hoy es un día importante en mi carrera, pero todo parece estupido cuando veo a alguien llorando porque no tiene para comer. El tiempo en el veloz subterraneo parece detenerse.
No tiene para comer.
Rompe en lagrimas. Y no puedo... Y no quiero aguantarme las ganas de llorar...
Porque él se merece que todos lloremos con él. No pude evitarlo, lo mire con los ojos lagrimeando e intente de explicarle con una mirada que lamentaba no tener para darle algo de comer o algo. Porque todos estamos llegando justos.
Hoy quisiera ser millonaria, pero no para mi. Eso no tiene sentido. Para que nadie se quede sin comida. Porque no faltan recursos, falta humanidad, falta personas que lagrimeen cuando ven a alguien pidiendo entre llantos por su familia, avergonzado y pálido del dolor.
Necesito volver a casa, necesito abrazar a mi familia y comer todos juntos. Uno nunca sabe cuando algo tan básico como comer deja de ser un derecho.
Pero voy a llorar tambien porque él se merece ser reconocido y humanizado porque es parte de la crisis que nadie ve, es parte del porcentaje que se oculta tras los medios y el entretenimiento. Espero volverte a cruzar, aunque sea para abrazarte y decirte que todo va a estar bien, que seas fuerte.
Mi cabeza no para de repetir. 10 pesos no le va a alcanzar. No tiene para comer. Son las 7 de la noche y no llega a comer.