Zoe Maisey es una adolescente admirable, con un altísimo coeficiente intelectual y un prodigioso talento musical, una virtuosa del piano. Lo que nadie sabe es que tres años antes se vio implicada en un trágico accidente que acabó con la vida de tres compañeros de instituto, por lo que fue condenada. Un triste episodio que su madre, María, le obliga a mantener en secreto en la nueva vida que ambas han emprendido.Zoe se dispone a dar un concierto nocturno que su madre lleva meses organizando. Tiene que ser el concierto de su vida. Pero cuando acaba la noche, María aparece muerta. La policía y sus allegados van a intentar averiguar qué pasó, pero Zoe, abrumada por un pasado que no puede dejar atrás, sabe que la verdad no siempre es algo evidente.En un marco temporal de veinticuatro horas, Gilly Macmillan nos brinda en "Mariposa en la sombra" una novela de suspense psicológico, inteligente, apasionante y desgarradora. Una intrincada exploración de la mente de una adolescente brillante en una novela, tan sorprendente como emocionalmente compleja, sobre la lealtad, las segundas oportunidades y el poder destructivo que a veces pueden tener los secretos. Una novela de las que mantienen a los lectores despiertos toda la noche.
Cómo puede cambiar la vida de alguien, y especialmente de un adolescente con todo el futuro por delante, por un error de graves consecuencias. ¿Sabe la sociedad perdonar y otorgar segundas oportunidades?, ¿el que no lo haga empuja a acabar vagando por caminos inadecuados?
Hace una año leí Encuéntrame y pasó a formar parte de mis favoritos de 2016, así que era inevitable que repitiera con Gilly Macmillan.
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Zoe es una niña portentosa. De belleza especial y prodigiosa ante el piano. Disfruta de una vida en la que aparentemente nada falta pero un terrible accidente en el que se ve involucrada la marca para siempre. Su padre abandona el barco porque ya no sabe cómo pilotarlo; su madre, María, coge el timón y busca un nuevo puerto donde poder labrarse una segunda oportunidad.Un nuevo matrimonio, una nueva hija y el relanzamiento de la carrera musical de Zoe, parece por fin traerles a esta y a su madre un nuevo comienzo construido sobre los restos de un pasado silenciado (aquello que no se cuenta, que se entierra bajo el silencio más absoluto simplemente deja de existir, ¿o no?).
Una mañana, María aparece muerta en el cobertizo, justo el día después de que el pasado de Zoe vuelve a llamar a su puerta. ¿Qué ha podido pasar?, ¿a manos de quién ha sido María asesinada?
En esta nueva historia Gilly Macmillan sigue la misma estrategia que en Encuéntrame: se vale del narrador en primera persona y va dando voz a cada uno de los personajes principales de la trama. Los miembros fundamentales del elenco se van desnudando en cada uno de los capítulos que a título individual Macmillan les va regalando. Al inicio de estos se nos anticipa el nombre del dueño de la voz narrativa, y esas voces nos van ofreciendo información desde su personal punto de vista y, por tanto, desde los posibles en esta trama. No los conoceremos todos pues no todos los personajes tiene espacio para hablar, pero precisamente eso aumenta la tensión narrativa puesto que no podemos explorar la mente de todos. Lo cierto es que disfruto de los narradores en primera persona, ellos son la mejor presentación del personaje al que ofrecen su voz, y con esta técnica se anula el peligro de ofrecer un único punto de vista en una historia que tal vez hubiera necesitado más.
El espacio narrativo es reducido, yo diría que hasta claustrofóbico. Toda la acción se desarrolla fundamentalmente entre la casa de Zoe y la de su tía Tessa, existen otros escenarios pero el peso de la historia se reparte entre estos dos espacios. Lo más importante aquí son los personajes y sus presentes y pasados, encerrarlos entre esas paredes hace que el lector se entregue plenamente a ellos y sus circunstancias. Circunstancias dificiles desde el primer capítulo que cargan la atmósfera y contribuyen a que la tensión no decaiga.
No, la tensión no decae, lo cierto es que se mantiene estable durante toda la novela, una tensión leve pero constante que te atrapa sutilmente y te invita a seguir leyendo para acabar de comprender qué se esconde tras algunos personajes y, cómo no, para descubrir quién ha sido el asesino de María.Lo cierto es que me gustó más Encuéntrame pero también he disfrutado mucho de esta novela. Me gusta el estilo de la autora y las reflexiones que me despiertan sus historias. Con Mariposa en la sombra le he dado vueltas a cómo un adolescente especial puede sufrir para encajar o sentirse aceptado entre sus iguales, cómo su camino hacia la integración en lo que él o ella considera el grupo exitoso puede llevarle a tomar decisiones nefastas, y cómo esas decisiones pueden alterar su futuro y el de su entorno. Esa es la temática principal pero hay otras: la depresión y el alcoholismo, la enfermedad, los malos tratos... Y lo cierto es que todas tienen en común su dureza. Esa dureza, unido a esa ambientación tan acotada y que la acción transcurre en un período de tiempo muy corto (24 horas), hacen de esta novela un historia de suspense fundamentalmente psicológico. En definitiva, una novela con muy buenos ingredientes que me corrobora que Gilly Macmillan es una autora a la que continuaré siguiendo la pista.